My Thai boyfriend, a superstar.

Capítulo XVI

Bright POV.

— Estás perdiendo el tiempo, Bright — dice uno de mis mejores amigos y compañero de trabajo, Khalan — tú mismo me has dicho que este chico sólo estará en el país por un tiempo, y cada día que pasa, es un día menos para que ustedes estén juntos. 

— Ya sé, lo tengo bien claro — apoyo mis codos sobre mis piernas y cubro mi cara con ambas manos en señal de frustración — pero, ¿qué hago? — digo pasando mis manos sobre mi cabello.

— Háblale directamente y ya. — Se encoje de hombros — Ya le dijiste que te gusta, pero él no te respondió. Eso puede significar dos cosas, que sí o que no. Aunque creo que es más un sí, porque de no ser así, te hubiera rechazado desde que se lo dijiste, ¿no crees?

— No lo creo. Saúl es un chico muy amable, noble y tierno— suspiro totalmente enamorado — no tendría el valor de romperme el corazón aunque él quisiera. Ese chico no mata ni a una mosca. — una sonrisa tonta se forma en mi rostro al pensar en él.

— Jamás creí verte tan enamorado de alguien — me sonríe Khalan — mucho menos de un chico.

— ¿Crees que yo pensé que me iba a enamorar de uno? — lo miro con ironía — Una cosa eran las series BL, y lo que tenía que decir para servicio de los fans, aunque algunas cosas sí fueron reales — tomo un sorbo de mi café frío.

— ¿Qué cosas? — inquiere curioso.

— Pues... que la última serie que hice, me ayudó bastante a entender todo tipo de amor, pero nunca pensé que aplicaría en mi persona. Tú mejor que nadie sabes cómo pensaba al respecto, antes. Si bien lo aceptaba, no me parecía correcto, pero ahora, hasta yo estoy sorprendido. — río sarcásticamente.

— Se llama karma, sí sabías, ¿no? — ríe burlón.

— Eres un idiota — le doy un leve golpe en la cabeza.

— Pero regresando al tema principal, ¿qué harás? — me ve fijamente — el tiempo no se detendrá a esperarte, Bright. Tienes qué apresurarte, si es que en verdad quieres una relación con él.

— Lo sé, lo sé... ¿alguna idea? — vuelvo a beber de mi café frío.

— Tú eres el músico — me da palmadas en el hombro — cántale una canción, actúa una buena escena romántica, léele un poema, qué se yo — se ríe — si tanto lo quieres, se te ocurrirá una manera romántica de hacerlo.

— ¿Y si me rechaza? — digo preocupado.

— No lo hará — rodea los ojos — por lo que me has platicado, puedo apostar que también le gustas. Es bastante obvio y hasta tú lo sabes, ¿por qué otra razón se hubiera puesto nervioso cuando le dijiste que lo atrapaste viéndote semidesnudo? — sacude la cabeza y ríe.

— No sé... igual y sólo le atraigo físicamente — me encojo de hombros.

— ¿Eso sería un problema? — enarca una ceja.

— Pues... un poco, creo. Él también es muy guapo, tiene un buen cuerpo y un trasero... — muerdo mi labio al pensar en el trasero de mi inquilino. 

— No seas tan morboso — me da un golpe seco en el hombro.

— Es que es la verdad — me encojo de hombros y comienzo a reír — pero respondiendo a tu pregunta. Sería un problema porque sí tengo sentimientos por él, y son muy grandes, pero al mismo tiempo no, porque también lo deseo carnalmente. Aunque entre nosotros, no quiero verlo somo un pedazo de carne que complacerá mis instintos carnales — hago un mohín.