Capitulo 3 NERVIOS

529 62 0
                                    

—¿Donde estabas?— cuestiono Lisa de manera indignada al verla llegar tan renovada de  cabello humedo y de imagen serena, casi Santa.

Lo podía afirmar a ciegas y es que algo se veía diferente, era su aura, una vibra distinta, desconocida, le evocaba cierto temor a Lisa.

—Fui a un spà— dijo Jen tratando de no titubear, por alguna razón se sentía nerviosa. Los nervios se asimilabán a cuando rompes la tasa favorita de mamá y no sabes como decir la verdad siendo que estás a punto de ser descubierta.

—¿Para que fuiste a un spà?— dijo Lisa con reacciones de enojo haciendo una seña de comillas con sus dedos.

Jen podia sentir ese hervor de coraje en Lisa, no por nada llevaban tanto tiempo juntos, era conocida de un día y desconocida de momento a otro.

—Lisa, por Dios— dijo con una risa irónica —¿A que se supone que vas a un spà?— exclamó de nuevo intentando ver qué era lo que suponía o insinuaba Lisa al respecto.

—Pues a relajarte, pero eso no te justifica— mencionó mientras tomaba asiento de manera tosca desde las escaleras  que toman rumbo a las habitaciones del segundo piso. —¿Estás cansada de mi?—dijo Lisa levantó la mirada hacia la pelinegra, los ojos de Jennie  comenzaban cristalizarse mientras que los de Lisa parecían piedra, se mostraban vacíos a pesar de la pregunta inmediata.

—Lisa, enserio me lastiman tus palabras— se atrevió a decir Jennie mientras lagrimeaba        —Me dolía mucho la espalda por dormir en el sofa, bien?, y como siempre regresas tarde del trabajo pensé en ir al Spà por lo menos hoy, como te has vuelto tan descuidada conmigo pense que ni siquiera... lo notarias, no pensé que eso te pondría de malhumor— dijo en llanto

—Ya veo— dijo Lisa con la vista hacia el suelo —lo siento, es que han puesto en mis manos demasiado trabajo........y no he tenido tiempo ni de respirar— dijo Lisa tratando de escudarse como siempre con el trabajo.—se que necesitas un respiro, y lo necesito también— dijo bajando los hombros.

—¿A que te refieres?— dijo Jennie totalmente confundida
—¿acaso planeas dejarme?— musitó con el corazón casi hecho añicos.

Esto parecía salirse de control y quién sabe dónde terminaría.

Una cosa llevó a otra que ninguna se esperaba.

No sabia que el dolor quemaba tanto como para sentirse así, duele a morir y más que un estrujó, se comprime desde dentro, tanto que es como si ya no fuera a existir.

Cómo era posible que eso pasara? Me consume cada pensar hasta que me derrumbo una y otra vez, una Y OTRA VEZ.

Ni mi cuerpo tiene piedad conmigo porque se estruja como una lata para nunca más volver a su forma original.

¿Que carajo estaba pasando y porque dolia tanto?

MI DESORDEN SECRETOWhere stories live. Discover now