Capitulo 11 BUENAS AMIGAS

480 47 1
                                    

Todo iba tan duro, rápido y descabellado, hasta el momento Lisa era su perra, ella la lamía como si no hubiera un mañana, los gemidos ahogados de Rosé se asomaban de su boca emitidos por un placer que la envolvía desquiciada, saliendo desde lo más profundo de sus cuerdas vocales.

-Dios!- gimió Rosè mientras se encontraba en el cielo.

En cuanto a Lisa?, Bueno ella se encontraba en el mejor panal de abejas, el sabor de la miel de Rosè era de alta calidad, se la estaba comiendo viva, ese característico olor amiscle de notas dulces y un ligero sabor salado siendo extendido y fundiendose con la lengua de Lisa al hacerle el amor a aquella desconocida que de alguna manera se reflejaba en Jen...

Las manos de Chaeyoung se aferraban a la cabellera de Lisa cada vez más, sus piernas temblaban, su corazón y su clítoris eran agitados, sacudidos como si montara un toro mecánico que la volvería loca  y su respiración se sentía pesada por el éxtasis que estaba viviendo allí abajo.

Los ojos de Rosè se veían blancos y... parecía que estaba a punto de darle una convulsión mientras Lisa se ondeaba dentro de ella con su boca haciendo remolinos con su lengua dentro de ella... estaba mojada, tanto ella como Lisa.

Esa era la mamada de su vida

*Blamm* Rosie se corrió sin previó aviso sobre la cara de la pelinegra...está se sorprendió de tal azote pero puedo afirmar que ésta quedó totalmente satisfecha de tal acción y espontaneidad de como lo hizo, de como la hizo sentir, era como liberar fuego andante.

Para Rosè era el mejor sex 0ral que había experimentado hasta ahora.

-Te toca- afirmo Lisa agitada  y jadeando con una sonrisa mientras aún miraba su boca desde la vista  que tenía por debajo de las piernas de Rosè.

-¿Que me toca?- dijo Rosè extaseada aún jadeando en exceso por aquel clímax en su ser.

-Es tu turno- tarareó como si estuviera apunto de jugar algo de niños -agachate- ordenó emocionada pero dominante de la nada — ee-ahora yo me divertiré— sonrió malévola.

Entonces Lisa le ordenó irse a la habitación ya que era incómodo estar sobre el tocador porque su piel se resbalaba, está no se negó pero estaba nerviosa, y a ciencia cierta no sabía el porque, o al menos no del todo.

Pero Lisa la condujo con total delicadeza para recostarla, para antes engancharla sobre su cuerpo y aprovechar a manosear esos glúteos de terciopelo color leche y de temperatura tibia y sudorosa.

La aventó a la cama se hincó  sobre ella mirandola a detalle.

Todo parecía tan perfecto, el clima ambiental era frío, sus pieles tibias, sus labios prohibidos, además de que estaban haciendo algo indebido en la misma cama donde Jen duerme todas las noches...lo hacían faltando el respeto a ese a ese acolchonado camastro que no emitía ruido de lo sucedido, el lecho dónde Lisa hizo suya a Jennnie tantas veces.

Y también era el lugar donde Rosè estuvo con Jennie una de sus primeras veces haciendo cosas pasionales y desgarrantes del cuerpo, que pensarlo hacía que sus intimidades quemaran y palpitaran hasta mojarse sintiendo sus corazones salirse.

La infidelidad se daba en cualquier persona sin importar que tanto  amara a otra, el deseo parecía inevitable...pero eso era algo que no le importaba a ninguna de las personas que lo cometían.

Era solo disfrutar el momento y sentir el placer hasta el último segundo de sus alientos saliendo de sus cuerpos calientes.

Y Lisa tanto como Rosè escurririan hasta la última gota de su ser con tal de estar satisfechas.

MI DESORDEN SECRETOWhere stories live. Discover now