-twenty; a zombie

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capítulo veinte; un zombie

Podrían haber pasado días, semanas o meses que el dolor en el pecho de la pelirroja no desaparecía incluso a ella misma le preocupaba su estado mental; sin embargo, no dejó de ir a la escuela pues en el fondo sabía que a Jasper no le hubiese gusta...

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Podrían haber pasado días, semanas o meses que el dolor en el pecho de la pelirroja no desaparecía incluso a ella misma le preocupaba su estado mental; sin embargo, no dejó de ir a la escuela pues en el fondo sabía que a Jasper no le hubiese gustado que detuviese toda su vida por su marcha.

Ella era como un zombie, era un muerto dentro de un cuerpo que todavía respiraba y andaba.

De vez en cuando iba a la reserva por petición de la manada, ellos eran los únicos que podían sacarle una pequeña sonrisa; no obstante, esta no llegaba a sus ojos, la felicidad había dejado de brillar en estos.

Mónica tan solo comía en presencia de su tía quién le obligaba a al menos tragar un par de bocados antes de no volver a tocar el plato. La pelirroja no acababa de entender la razón por la que el rubio le había dejado, los recuerdos estaban difusos, pero quizás no era porque ella no quisiese recordar los motivos puede que tan solo fuese por no querer recordar el dolor, a pesar que este estuviese presente cada segundo en su día a día.

A la chica Moore le sorprendió el día en que Isabella empezó a asistir a la escuela de nuevo, la morena se sentaba a la hora del almuerzo en la antigua mesa de los Cullen ocasionando que Mónica se sintiera peor si es que aquello era posible.

Un día Isabella decidió acercarse a ella mientras paseaba por los pasillos.

—¿Cómo lo haces?—cuestionó esta con su demacrado rostro mostrando incertidumbre.

—¿Hacer qué, Isabella?

—Seguir como si nada, venir a clases.

—No eres una gran observadora, estoy aquí pero eso no significa que me duela menos que a ti.—espetó la pelirroja cambiando por primera vez en meses aquel sentimiento de tristeza por uno furioso.

—No lo demuestras...—la mano de Mónica impactó contra la mejilla de la morena que tembló bajo su tacto, una parte de la de orbes verdes culpaba a Isabella de esto.

Si ella no se hubiera cortado, si ella nunca se hubiese mudado a Forks...A lo mejor estaba siendo egoísta, a lo mejor todo hubiese terminado con el mismo desencadenamiento pero Mónica no pensaba con claridad.

—Nunca vuelvas a infravalorar mis sentimientos, Swan.—vociferó la pecosa chica a la vez que sus ojos se aguaban y su cuerpo comenzaba a dar fuertes sacudidas.

Ese día la pelirroja se escapó de clases no queriendo pasar ni un segundo más en el mismo lugar que la hija del jefe.

Ella había huido a la reserva corriendo hasta uno de los posibles lugares en los que su manada podría encontrarse, tuvo suerte pues estos se hallaban en la playa. Las lágrimas mojaban sus mejillas y el primero en darse cuenta fue Embry quién en los meses que habían transcurrido se había transformado, el moreno suspiró corriendo para refugiarla entre sus brazos.

La pelirroja lloró sobre su hombro desnudo y cuando el resto de la manada oyó el primer sollozo todos corrieron a resguardarla entre su cariño. La conexión que los descendientes de los Quileutes tenían con la joven ninfa era algo especial iba más allá que poder leer sus pensamientos, unos lazos les unían causando que ellos pudiesen matar para salvarla y viceversa, eran una familia y la familia se amaba y se protegía en todo momento.

—¿D-de verás es mi culpa?—logró soltar la pelirroja entre sollozos.

—No, pequeña, ya hemos hablado de esto Jasper te abandonó.—susurró Sam obligándole a mirarlo.

—Pero, ¿y si hice algo mal?

—¡Como vuelvas a repetir eso juro que- -!—Paul fue interrumpido por Jared que colocó la mano sobre su hombro.

—Lo que Paul quiere decir es que no hiciste nada, tampoco podías evitar esto, ya sabes mi opinión pero creo que Jasper tan solo te protege...De una mala manera pero lo intenta.—el chico Cameron acarició su cabello.

—¿Por qué me iría a proteger? Yo, yo...¡él sabe que no me haría daño!—su voz volvió a romperse en la última frase causando que Embry volviese a abrazarla.

—¿Segura de que lo hace?—la pelirroja retomó sus sollozos pensando ahora en que quizás Jasper creía esto y el confundirse más con estas hipótesis tan solo la llevaba a llorar con más fuerza.

—Muy bien, Embry, has hecho que nuestra Mónica llore.—rodó los ojos Paul justo antes de llevarse un golpe en la nuca de parte de Sam.

Un apurado Embry trataba de calmarla sintiéndose de repente culpable de hacer que Mónica volviera a llorar, ellos habían estado tan cerca de frenarla.

Pero todos los presentes sabían que a pesar de que más lágrimas no se desbordaran de los ojos de la pelirroja la opresión en su pecho no desaparecería.




uh capítulo corto y un poco mierda pero últimamente ando poco inspirada aunque eso no ha impedido que publique la historia de Emmett Cullen llamada Persephone, espero que les guste!

m-oddinsdottir

cigarettes || jasper hale (twilight)Where stories live. Discover now