Féminas (Fem!Countryhumans)

🇬🇫🇸🇷

AU donde algunos países pueden tener alas.

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Guayana Francesa suspiró, mirando el cielo con expresión melancólica.

Otro día más en esta prisión llamada vida. Pensó, con un suspiro pesado.

Hoy había vuelto a intentar pedirle a Francia que la dejara libre y como siempre había fracasado; para colmo, había tenido que lidiar con otros problemas como una huelga de su gente ante "el abandono del Estado". Que solo le había empeorado el buen humor con el que inocentemente se había levantado.

¿Lo bueno? Ya no lloraba cuando había tenido un día de mierda, tener la nariz llena de mocos después de haberse desahogado era bastante asqueroso. Y ya está, esa era la única cosa buena. Pero al menos tenía algo de optimismo.

"Aunque quien sabe, tal vez hasta me robe eso"-pensó, decidiendo que lo mejor sería irse a dormir y así tratar de olvidar aquel día de mierda.

Estaba apunto de tumbarse en la cama cuando unos golpes a su ventana la hicieron volver a levantarse mientras maldecía entre dientes.

-Muéstrate-dijo, después de abrir la ventana y asomarse al exterior-. No me podrás asustar de nuevo, Suriname.

-Ernstig? (¿Enserio?)-Guayana Francesa suspiró.

-Mira, no estoy de humor. ¿Vale? Así que por favor deja de...-su propio grito la interrumpió cuando la cara de una tarántula apareció de repente en su campo de visión.

Suriname empezó a reírse mientras que la sudamericana se limitaba a apretar los puños, odiaba que le hicieran ese tipo de bromas. Las consideraba de muy mal gusto.

-Eres un...

-Ya. Lo sé. Y lo siento-se apresuró a contestarle el chico, que aprovechó la ventana abierta para meterse en el cuarto de Guayana Francesa-. Pero quería quitarte esas arrugas de la frente.

-¿Arrugas?

-Cuando has tenido un mal día (casi siempre), frunces mucho el ceño. No me gusta. Tienes la cara demasiado bonita como para que esas cosas feas te la destrocen.

Aquellas palabras provocaron un sonrojo en la sudamericana. Nunca se acostumbrará esos cumplidos tan espontáneos de Suriname, siempre la confundirían.

-...Merci. (Gracias)

-¡Y bueno! ¿Vamos afuera?-Guayana Francesa arqueó una ceja.

-¿Por qué?

-Porque tú y yo-Suriname envolvió a la chica con una de sus alas-, nos vamos de aventuras.

-No-trató de soltarse del agarre.

-¡Sí!

-Enserio, hoy no. No estoy de humor-Guayana Francesa se disponía a meterse en la cama hasta que Suriname le agarró el brazo-Por favor. No...¿qué haces hincando una rodilla en el suelo?

-Sé que te gusta cuando me pongo caballeroso. Di que sí, por favor bella dama.

-...Juegas sucio-el rostro del antiguamente llamado Guayana Holandesa se iluminó cuando una sonrisa de oreja a oreja apareció en su boca.

-Super goed! (¡Excelente!)-tras darle un beso en una de sus manos, Suriname cargó a Guayana Francesa y salió cuidadosamente por la ventana (no quería golpearse con ella de nuevo)

Casi por instinto, la chica cerró los ojos a los primeros segundos de empezar a volar. Pero solo bastaron unos segundos hasta que volviera a verlos, deleitándose con el paisaje que la vista le permitía.

-¿Ves? Te dije que te gustaría-dijo Suriname, con orgullo. No era un secreto que amaba cuando lograba sorprender a otras personas.

-...Sí. Es hermoso.

Guayana Francesa se acomodó en los brazos de su amigo, suspirando al estar por fin relajada.

-¡Vamos a hacerlo aún más hermoso!

-¿Qu...?

Entonces el de habla neerlandesa, la lanzó hacia arriba y le agarró las manos. Dejando el resto del cuerpo de la sudamericana suspendido en el aire.

Pero lejos de asustarla, aquella la hizo reír. Contagiando a los pocos segundos a Suriname, mientras seguían volando hacia lo desconocido.

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(Cerebro de mierda por qué me haces shipearlos-)

Ser los ignorados/subestimados de Sudamericana hizo que Suriname, Guyana y Guayana Francesa tuviesen una estrecha relación de amistad. Estos dos primeros son la libertad y calma que ella necesita de vez en cuando.

A/N: el libro de Oneshots ya está publicado.