Cap.6.

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Salgo de mi cuarto tras haber dejado la maleta despilfarrada por la habitación y sin pensármelo dos veces me hundo en el sofá. Acababa de llegar de lo que había sido mi primer viaje por trabajo, Málaga. Y el cansancio en mi era evidente, casi no había podido descansar, por eso cuando me dijeron de coger unos días libres tampoco le di muchas vueltas.

Había sido el mes más aburrido y el más entretenido a la vez. Elena no había dejado de pasarse por mi casa, sin permiso, con la excusa de estar aburrida. Mientras que Andrea había desaparecido alegando un viaje familiar, María tenía la certeza de que en realidad, Andrea estaba conociendo a alguien y a mi solo me quedaba alegrarme por ella.

En cuanto a mi última amiga, sabía que no estaba pasando su mejor momento. Su trabajo no era el más idílico y sus amigos, simplemente habíamos sido unos gilipollas con todas las letras y en mayúscula. Tras un par de cervezas traicioneras en un bar aleatorio María me confesó sentirse más sola que nunca; egoístamente habíamos desaparecido todos y cada uno de nosotros para cubrirnos las espaldas, dejándola a ella, la que había sido siempre nuestra protectora más fiel, indefensa y desamparada.

Había intentado enmendar mi error con mi compañía y mi verdad, pero el daño ya estaba hecho y cada vez que la veía a ella, podía ver también a los ojitos achinados que dejé tras aquella puerta en aquella casa.

No tenía mucha idea de como estaba él, no porque no quisiera. Sino porque los demás no querían que yo quisiera. Así que me había resignado a vivir con la poca información que podía sonsacarle a María de vez en cuando. Sabía que se había alejado de todo y de todos.  Con Guille apenas hablaba o quedaba. Y con María, ya no mantenía la misma relación que antes; por mucho que ella intentase ocultármelo.

En realidad, no culpaba a mi amiga. Ni tampoco a Flavio. Me culpaba a mi porque sabía que yo había hecho que el murciano se encerrara bajo llave en su mundo interior dejándonos a todos los demás fuera.

Absorta en mis pensamientos, vuelvo a la realidad cuando me llega un inesperado mensaje directo de María, ella no utilizaba mucho instagram. Me meto en su chat y veo que el mensaje es en realidad una historia de la famosa cantante Aitana. A ambas nos encantaba aquella chica. Subo el volumen de mi movil para poder escuchar bien la historia. Me da un vuelco el corazón, es la voz de Flavio, no acabo de escuchar la canción todavía cuando pulso el perfil del chico; había subido por primera vez una cover, Aitana la había compartido y ahora el murciano se había vuelto viral.

Vuelvo a pulsar la historia y me concentro en sus manos tocando el piano, había escuchado miles de veces esa canción pero nunca había conseguido sentir que "Con la miel en los labios" fuera una canción tan especial y personal hasta ahora. Hasta que no la había escuchado con la voz de aquel chico con gafas que parecía enfadado con su piano y con el mundo. Estaba tumbada en el sofá, ensimismada y escuchando una y otra vez un video de 15 segundos.

Ojalá Flavio fuera menos Flavio, y dejara de esconderse en su soledad. Pensé.

Aunque la realidad era que la valenciana no era consciente de que el chico había dejado la puerta de su mundo interior entreabierta para que solo una persona pudiera entrar. Su vecina.

Estaba en la cocina preparando las tostadas más cutres que alguien pudiera imaginar, mientras escuchaba a Laura chillar leyéndome emocionada cada reacción y comentario sobre mi cover en internet.

- Es increíble Fla, que eres famoso.- me grita desde el sofá.

- No exageres.- digo entrando al salón con las dos tostadas.

- Esto es gracias a mi, lo sabes ¿no?- la miro estático con una enorme sonrisa y ella continua alabándose a si misma.- Me debes como mínimo una cerveza por arreglarte la vida.

Canción Rota   //flamantha//Where stories live. Discover now