B-R-A-V-E. ( Omegaverse)

2. in your eyes

Era una mañana agitada en el campo de entrenamiento, todos los alfas estaban haciendo sus diferentes actividades asignadas, preparándolos para el futuro y para que estén listos para una posible revolución, los rumores han estado cada vez más expandidos, así que tenían que cubrir al Capitolio y por órdenes de Desmond, su hijo también tenía que cumplir con las normas de preparación de supervivencia en caso de caer en una contingencia de esa magnitud.

Harry cuando recién cumplió sus dieciséis años, fue enviado a un internado militar, donde, no la pasó tan bien. Le había afectado haberse despegado tan temprano de su madre, y haber sido llevado al internado donde los primeros días lo pasó muy mal.

Sufrió mucho, fue la primera vez en que recibió una golpiza de "bienvenida", y la primera vez en que le hicieron sangrar.

Al parecer, alguien había corrido la voz en que el hijo del presidente estaba entre ellos y no por eso iba a recibir un trato especial. Harry era un chico sumamente tranquilo y con un corazón tan noble, eso a Des le disgustaba de cierta manera, porque al ser hijo alfa y pura sangre, no debía tener ese carácter de omega.

Harry por un momento tuvo la sospecha en que su padre, había mandado a sus compañeros a golpearlo, pero prefirió no indagar por su salud mental.

Le hicieron bromas muy pesadas y llegó a sentirse discriminado por ser el hijo del presidente, lo amenazaron múltiples de veces y se rieron de él cuando lloraba en su cama extrañando a su familia.

En el internado no permitían expresar como tal los sentimientos, tenías que mostrar un carácter rudo.

Los alfas estaban mal, eso no es lo que se suponía que tenían que ser, eran humanos al final de cuentas... bueno... mitad humanos, pero los humanos son caracterizados por ser seres sociales, aprender de sus errores, mostrar sus sentimientos.

Se salvó de ser humillado frente a sus compañeros, cuando uno de los agentes lo vio llorar en su cama hecho bolita, Douglas lo vio y prefirió quedarse callado. Le agradaba mucho Harry y siempre había procurado por él, dándole todos los consejos que podía.

A uno de sus compañeros llamado Jason, lo vieron llorar cuando en una de las peleas le fracturaron el brazo, lo pasaron frente a la plaza y le comenzaron a hacer preguntas incómodas, le pasaron escenas que a cualquier humano podría partirle el corazón.

Jason fue fuerte, porque se aguantó el dolor cuando un agente de la paz lo empujó y él tuvo que meter sus dos brazos para evitar caerse, no hizo ningún solo ruido, solo se quedó mirando al frente con el sudor escurriendo por su frente y su respiración agitada.

Harry quiso ir y ayudarlo a levantarse, pero por la vista que Douglas le hizo, prefirió quedarse firme. Los alfas de mayor rango creían que llorar era sinónimo de debilidad y tenían que ser descartados del lugar.

Harry tenía una gran presión social, así que escondió a aquel alfa llenos de sentimientos en lo más profundo de su alma, para sacar un cascarón que le habían pedido.

Un cascarón duro e irrompible.

Al parecer desde que se había vuelto más serio, les había agradado a los demás, era más popular entre todos, a veces siendo el favorito.

Harry se había convertido en un hombre, un alfa puro, que ahora sacaba a la luz y demostraba para que fue sido creado y cuál era su objetivo. Ocupar el puesto de su padre para continuar con su malévola y sangrienta tradición, los juegos.

Eran pasada las ocho de la mañana. Cuando uno de los generales llegó. "Los quiero a todos en formación ¡YA!." dijo fuerte y claro, haciendo que todos los alfas se formaran en una línea vertical.