14 - ¿Me quiere?

6.4K 532 48
                                    

- ¡TN! - George me avista desde lo lejos.

Sonrío antes de dejar las cosas en el tren e ir hacia él.

- Has crecido cangrejo. - le abrazo.

- Tú también, elfo.

- Entonces ya no soy un elfo.

- Ni yo un cangrejo.

- Oh, pero sigues siendo pelirrojo.

- Y tú pequeña.

Le pego en el hombro divertida.

- ¡Eh! Que me he puesto moreno, y escuece.

Me río - Eso te pasa por no echarte crema solar.

- Claro que lo hice, pero cuando me acordaba.

- Merlín, al menos lo pasaste bien, ¿verdad?

- Te llevaré allí algún día, lo prometo.

- Prefiero que me lleve Bill, para ir más segura. Ya sabes, él está más ahí.

- ¿No te fías de mí? Menudo insulto señorita.

- ¡Claro que me fío! Pero no en ese tema.

- Gracias.

- ¿Y Fred, Ron y Ginny?

- Tomando el tren seguramente. Pero ahora céntrate en mí.

Le tomó la nariz y le pellizco levemente - Tienes siempre toda mi atención sobre tí George, egoísta.

- Preciosa - me guiña el ojo.

- Voy a saludar a tu madre, ¿dónde está?

- Con tu padre

- George - me quejo.

- Está bien, te llevaré.

Sonrío y lo estrujo fuerte - Gracias.

Me ofrece su mano para no perdernos el uno del otro, y yo, acepto.

Al llegar con los Weasleys, Molly me achucha entre sus brazos.

- Fíjate lo que has crecido jovencita.

- Eso le he dicho yo - dice mi padre - Tus chicos tampoco se quedan atrás.

- Egipto les ha sentado bien - bromea Arthur.

- ¿Cómo fue por allí? He escuchado... - un pitido lo acalla.

- ¡Adiós papá! - me despido corriendo.

George corre tras de mí.

Nos subimos antes de que el tren salga.

Sin saber como, George y yo estamos abrazados el uno al otro. Hago el amago de separarme, pero él me aprieta.

- Hueles muy bien. - murmura.

- Gracias.

Ambos nos reímos.

- ¿Vamos a por un vagón?

- Dame cinco minutos, te he echado de menos.

Es entonces cuando me doy cuenta.

Somos adolescentes hormonales. No voy a negar que yo también he notado ciertos cambios en mí.

Mis pechos ya no son dos bultos, son montañas. Incómodas realmente. He crecido, y también lo demás. Claro que, a veces, yo tengo una necesidad. Como todos los de nuestra edad.

Aún no me acostumbro, aunque llevo poco.

Lo noto.

- ¿Vas a usarme siempre? - murmuro levantando la cabeza para mirarle.

My Last Hope. George Weasley y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora