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LuHan usó un bonito suéter azul mar, unos jeans negros y unas zapatillas azules también. Se retorcía los dedos con fuerza mientras esperaba sentado en el porche mirando hacia la calle. Hacía frío, pero no lo suficiente para cambiarse de ropa. Sólo quería terminar con aquello de una vez.

El coche de Jackson apareció calle arriba, apresurándose a llegar a su casa alquilada. Los ojos de LuHan se dirigieron instantáneamente hacia el asiento del pasajero, donde SeHun estaba con cara de pocos amigos. LuHan no sabía cómo habían logrado que SeHun se subiera al coche de Jackson. Probablemente lo habían obligado.

LuHan se puso de pie y se limpió las palmas sudadas en la parte delantera de sus jeans. Se dirigió tímidamente hacia el coche pero siempre con una sonrisa suave. Jackson y SeHun salieron del coche al mismo tiempo, demasiado desesperados por estar lejos el uno del otro.

—Ho... —empezó SeHun.

—Hola, Hannie —interrumpió Jackson.

SeHun le lanzó una mirada de muerte en dos segundos antes de volver con LuHan. —Hola, Lu. —terminó.

—¿Lu? —preguntó Jackson.

—¿Hannie? —contratacó SeHun.

Ambos se gruñeron antes de mostrarle a LuHan una sonrisa. Y el menor debía admitir que era divertido, como ver a dos niños caprichosos peleando para posicionarse como el mejor.

SeHun abrió la puerta de la parte de atrás y LuHan sonrió en agradecimiento hasta que Jackson habló —Deja que LuHan se siente adelante.

—Ni hablar, Wang. Él no irá a tu lado y es más que obvio que no dejarás que vaya a mi lado tampoco, así que esto es lo más justo.

SeHun esperó hasta que LuHan estuvo sentado para inclinarse y asegurarle el cinturón de seguridad con lentitud y el rostro demasiado cerca. LuHan lo miró a los ojos por unos segundos y sus mejillas se pusieron rojas como pequeños tomates. SeHun aprovechó la poca visión de Jackson y apoyó la mano sobre la de LuHan.

—Lo siento, por lo de ayer. No lo dije en serio, estaba siendo un idiota. —susurró.

LuHan asintió para hacerle saber que entendía, pero no dijo nada porque temía rogarle que le diera un beso. SeHun no parecía muy contento con el simple asentimiento, pero no pudo decir nada más cuando Jackson se acercó a zancadas. —Ya déjalo, él puede con su propio cinturón.

SeHun gruñó y empujó a Jackson con el codo —Sólo conduce, Wang. —se alejó y cerró la puerta de LuHan con gentileza.

—¿A dónde iremos? —quiso saber LuHan. Los chicos se quedaron callados unos segundos.

—Iremos a desayunar primero —respondió Jackson —¿A dónde te gustaría ir?

—No lo sé, cualquier lugar está bien. —LuHan no era de los que exigía, él se conformaba.

—Iremos a Sally's —intervino SeHun.

—No te lo pregunté a ti, Oh.

—Es el lugar favorito de LuHan, estúpida zebra. —LuHan no entendía por qué el insulto, hasta que vio la chaqueta a rayas blanca y negra que llevaba puesto. Quería reír, pero no lo haría.

El viaje fue silencioso, pero al menos Sleep On The Floor de The Lumineers sonaba en la radio y LuHan podía tararear en su cabeza e imaginar que tenía una vida completamente diferente. Siempre lo había hecho,  imaginar que vivía en un país lejano; bajo el cielo abrazador de África, o la lluvia ligera en Londres, tal vez caminando entre la nieve en Rusia. Tantos lugares en los que podía estar... Pero estaba atrapado en Corea Del Sur, en un coche de lujo con dos chicos que competían por él.

Love Marks [HunHan]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant