Diario De Una Inadaptada (Keanu Y Tu)

Capitulo 1. El vecino.

—______, ¡Apurate!

Escuché a Rey gritar en la puerta de entrada. Rode los ojos, odiaba que me presionara.

Respire profundo. 《Cuenta hasta 10》me dije a mi misma, se suponía que debía funcionar o eso es lo que el Dr. Smith decía pero nunca había funcionado conmigo.

—Ya voy— Respondí, de la misma manera.

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Me llamo ______, Hoy después de 265 días en un Hospital de ayuda a las personas con Traumas Psicológicos, por fin me dan de alta. Lo malo es que debo regresar a casa con mi insoportable, atlética y popular hermana Rey lo único bueno de ella es mi hermosa sobrina de 3 años, la consentida Melanie.

Se preguntarán ¿Qué hace una chica como yo en este lugar?, bueno mis padres fallecieron hace 2 años, aún me duele el recordarlos, Rey y yo habíamos discutido esa mañana para que fuéramos a el cumpleaños de mi abuela, ella decidió no ir  y mis padres decidieron dejar de insistir e irnos nosotros tres.

~Flashback~

—¿Porqué siempre debes discutir con tu hermana?— Me reprochó mi madre.

Rode los ojos.

— ¿Porqué siempre tienes que dejar que te manipule y se salga con la suya?

— No le hables así a tu madre, podrás ser grande pero aún es tu madre.

— Pues entonces que no se metan en mis asuntos.— dije y saqué de mi bolsillo los auriculares.

Me coloqué los auriculares y me dispuse a escuchar música en el móvil. Mi padre decía algo y podía notar su enojo en cada gesto que hacía pero no estaba dispuesta a escucharlo. Mire hacia el frente y noté que un camión venía directamente hacia nosotros, mi padre me volteó a ver furioso y no se percató que la embestida del camión era inminente.

—¡Papá!— Grité y el señor del camión tocó su bocina. Mi padre miró al frente y trató de esquivarlo pero fue imposible.

El coche giró y nosotros con él, los cristales se reventaron, el metal de las puertas parecía papel. De pronto todo se volvió borroso y luego oscuridad total.

Cuando desperté, recuerdo estar conectada a varias máquinas y mi hermana a mi lado llorando.

—¿Qué ocurrió?— Le pregunté con la voz entrecortada.

Rey sollozaba y no podía ni mirarme.

—¿Rey?— Insistí.

Se aclaró la garganta.— No lo lograron.— contestó y volvió a sollozar.

No pregunté más, sabía a que se refería y a quienes. Yo había estado 2 semanas en recuperación por una contusión, fracturas múltiples y un desgarre en la pierna. Cuando salí de recuperación, la culpa era tan intensa que intenté suicidarme y Rey decidió que era tiempo de buscarme ayuda.

—Iras al Hospital quieras o no— Me Gritó.

— Tu no puedes decidir por mi— Le grité.

— Lo harás o no te vas a quedar en esta casa.

— Eso es lo que te gustaría pero esta era la casa de mis padres también y no me iré.

— También eran mis padres y si no hubiera sido por...— Guardo silencio.

—¿Por mi culpa?— Dije y ella negó con la cabeza.

—¡No!— intento acercarse y me alejé— También fue mi culpa, si no hubiéramos discutido aquel día nada hubiera pasado.