De la guerra y el amor

30

A pesar de que una de las intenciones de Teo era recuperar algo de su poder perdido, también quería volver a reconectarse con su hija, había tenido tiempo para reflexionar pues había estado pasando mucho tiempo en Caleruega pues tenía que trabajar de la mano con Valerio, ciertamente la calma del lugar ayudaba a pensar las cosas, además Valerio había conversado de algunos temas con él, incluyendo el tema de las drogas que lo involucraban a él y a Carla.

Carla le indicó que irían a su cafetería favorita, pues ya que iba a ser su guía de turista tenía que aceptar cualquier lugar que ella eligiera, se tomaría el tiempo para disfrutar de la ciudad y de la compañía de su hija.

La cafetería era la misma en la que días atrás Carla se había reunido con Yeray, al llegar una de las meseras le sonrió pues ya la reconocía como un cliente frecuente y se fue tras de ellos para tomar la orden, Carla ordenó un café negro con azúcar y Teo pidió lo mismo, además de dos porciones de cheesecake.

C: "Papá, no soy una niña para que me compres postres"

T: "Para mí siempre serás una niña cariño, tómalo como una ofrenda de paz"

C: "Si esa es tu estrategia para hacerme cambiar de parecer con respecto a Valerio, pierdes tu tiempo"

T: "Esa es una batalla que daré por perdida, al menos por el momento"

C: "¿Te gusta la vista?"

T: "Ciertamente has elegido bien, no sé por qué nunca me permití disfrutar de la ciudad"

C: "Me alegro de que te guste y me alegra saber que esta vez tomarás un descanso, tal vez en tu próxima visita puedes venir con mamá"

T: "Eso me encantaría, aunque no se si tu madre acepte"

C: "¿Sigue molesta contigo?"

T: "Si, y no la culpo, sé muy bien que solo he sabido cometer errores estos últimos años"

C: "Puedo preguntarte algo papa?" - Teo asintió mientras agradecía por el café y los trozos de pastel que la empleada del lugar acomodaba en la mesa. "Amas a mamá?"

T: "Claro que la amo, a pesar de todos los errores cometidos, siempre he puesto por delante a mi familia, mis malas decisiones solo buscaban recuperar lo que tontamente perdí" - dijo mientras bebía del café y cortaba un trozo de pastel para llevárselo a la boca. Carla hizo lo mismo provocando una pequeña pausa en la conversación.

T: "Lo siento" - dijo de golpe y viendo directamente a los ojos de su hija. "Siento mucho el dolor que te cause a ti, a tu madre y a tantas personas más"