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El ejército marroquí y el ejército de liberación sahariano habían redoblado sus fuerzas, España había sido arrogante, creía que su enemigo era débil y que estaba mal preparado, pero después del ataque recibido querían tomar precauciones.

Los oficiales de la unidad del GOE llevaban a cabo una misión de reconocimiento, eran custodiados por el ejército de tierra, un gran convoy se deslizaba por entre las dunas del territorio de Sahara Occidental, avanzaban cautelosos, pues no era un territorio que conocieran, definitivamente los islámicos tenían esa ventaja.

El clima era árido, el calor sofocante, el viento levantaba la arena haciendo dificultosa la tarea, Samuel y el resto de sus compañeros se colocaron los lentes para poder ver mejor, pues debían mantener a salvo a la unidad especial, ellos llevaban instrumentos más avanzados con el objetivo de localizar armas de destrucción masiva.

Avanzaron por horas, la noche empezaba a caer, ya no podrían avanzar mucho en la obscuridad, uno de los oficiales empezó a organizar cuadrillas de vigilancia que se turnarían, pues entre era demasiado riesgoso seguir, debían esperar a la mañana, la noche era calurosa y había mucha tensión, en cualquier momento podían atacarlos.

La unidad 1532 sería la primera en montar guardia, en esta se encontraba Samuel y Alex, estaban agazapados entre la arena vigilando en dirección hacia el norte, portaban un uniforme de camuflaje, ambos portaban un fusil de asalto y un par de binoculares de largo alcance con el que vigilaban el horizonte.

A: "Pensé que hablarías con tu madre"

S: "No tengo el número de su móvil, él único número que recuerdo es el de Carla"

A: "Esa ni tú te la crees tío" - Samuel solamente sonrío ante la implicación de su amigo, "déjame ver la foto nuevamente"

S: "Pero qué dices, claro que no, además con esa mente pervertida que tienes, ni de coña te la muestro de nuevo"

A: "Es que aún no me la creo, cómo un tío tan feo como tú estuvo con una belleza como ella" - Samuel solamente negó con la cabeza ante la ocurrencia de su nuevo amigo, y volvió a tomar los binoculares para ver si algo había cambiado pero todo seguía igual, "oye, y tu marquesa de casualidad no tiene una amiga" - preguntó Alex golpeando con el codo a Samuel.

S: "Solo una, pero eres muy poco tío" - Sonrió Samuel devolviéndole la broma, Alex también sonrió ante la ocurrencia.

A: "¿Cómo es?"

S: "¿Cómo es qué?"

A: "La amiga Samu, ¿cómo es la amiga? ¿es linda?"

S: "Pues sí, es muy guapa, es mexicana"

A: "Belleza exótica, ya está empezando a gustarme"

S: "De verdad eres un gilipollas"

La noche era cálida y tranquila, no se escuchaba nada más que la respiración de los soldados españoles, el cielo estaba más despejado que nunca, con más estrellas que nunca, los turnos fueron avanzando a medida que la noche pasaba, todos aguardaban por el amanecer para así seguir avanzando y cumplir con la misión asignada.

De la guerra y el amorWhere stories live. Discover now