capitulo 2: a la deriva

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Hace un momento estaba con mi madre, en mi casa, cuidándola y leyéndole como lo hacía todos los días, y ahora, estoy a kilómetros de mi hogar, corriendo, como un delincuente huye de la escena del crimen. Me siento extremadamente culpable, siento que no tome la decisión correcta, ¡cómo se me ocurre dejar el cuerpo de mi madre tirado en una cama! Pero en el momento eso fue lo que me pareció correcto, ella me lo pidió, ella me dijo que tenía que ser fuerte, ¡lo vi en sus ojos! Ella necesitaba que saliera de ahí, porque si no, algo muy malo iba a pasar. pero ¿qué puede ser peor que la muerte de mi madre?

Ahora lo que tengo que hacer es leer la carta, quizás así, no voy a estar tan confundida. Necesito ir a un hotel, ya está anocheciendo y no pienso dormir en un callejón oscuro.

Sigo caminando hasta que veo un ¿hotel? Parece un motel de mala muerte, bueno, entre más económico, mejor.

Entro y una señora está atendiendo, parece que va a caer dormida en cualquier momento.

—buenas noches señora—digo fuerte para que me escuche

La señora se para rápidamente y se toca su pecho asustada

—¡por dios jovencita! Que buen susto me diste—replica indignada

—necesito un cuarto—le aviso

Ella me mira insegura

—¿vienes sola? —pregunta alzando una ceja

—si—le respondo

—¿Y qué edad tienes jovencita? ¿acaso te escapaste de tu casa? —pregunta con curiosidad

Okey, ya me arto esta señora

—acaso para alquilar un simple cuarto en esta... —digo mirando a mi alrededor—. pocilga, ¿tengo que responder un interrogatorio?

la señora me mira con mala cara y saca una llave de la vitrina

—el día cuesta 60—dice mirándome

La miro perpleja

—pensé que este lugar era económico—replico indignada

—ese es un precio bastante económico, sino tienes el dinero, te puedes ir yendo, no hago caridad—replica con una sonrisa

Le paso 120, pienso quedarme dos días, y luego, ya veré que hacer

Entro al cuarto y me tiro a la cama, no esta tan mal como pensaba.

Un escalofrió recorre todo mi cuerpo, me siento...diferente. No sé como describir lo que tengo, mis dedos hormiguean, y mi visión esta un poco borrosa, como si de un momento a otro necesitara gafas.

Entro al baño y me juago la cara con agua fría. Necesito pensar con claridad, necesito respuestas. O si no, creo que voy a enloquecer, si es que ya no lo hice.

Tomo un poco de agua y me como un paquete de galletas, saco la fina hoja de mi bolso y la abro lentamente.

Me es imposible retener las lágrimas cuando empiezo a leer

si estas leyendo esto es porque ya no estoy a tu lado, espero que algún día puedas perdonarme por haberte dejado. Quiero que sepas que eres una chica muy especial, y ahora que no estoy, tu, cargas con mi legado, siento mucho que te tengas que enterar de todo esto por una carta y no lo escuches de mí.

Se que no puedes acordarte de tu abuela, ya que murió cuando tus eras apenas un bebe. Yo estuve con ella en sus últimos segundos, y en ese momento sentí la energía entrar en mí. El poder de nuestros ancestros, el legado de miles y miles de generaciones ahora me pertenecía a mí, y te va a pertenecer a ti, cuando yo muera.

El peso que tienes sobre tus hombros es demasiado grande, lo se hija, ya que yo misma lo viví.

Ahora hija mía, eres una sobreviviente, tienes que ser fuerte, no puedes permitir que tus poderes de controlen.

Tengo que advertirte sobre los cazadores, una organización de personas que se creo hace décadas, estas personas dedican su miserable vida a buscarnos y a matarnos en el mejor de los casos, en el peor, nos capturan y nos encierran para experimentar con nuestro cuerpo, como si fuéramos unas ratas de laboratorio.

Por esta razón tienes que estar con los tuyos, ya que, nunca olvides esto, juntos somos mas fuertes.

la dirección que te dejo al final de la carta es de una vieja amiga mía, ella te va a ayudar a llegar al refugio, allí estarás a salvo.

Te amo

Pd: se que es mucha información para procesar, pero eres una chica inteligente y valiente. Así que estoy segura de que vas a estar bien. Confió en ti

Me paro rápidamente y me observo detenidamente en el espejo del baño, ¿soy diferente? ¿Tengo poderes? ¿me van a encontrar y me van a llevar a un laboratorio? ¿y que demonios es el legado?

Dios mío, esto parece una maldita película, o peor aún, un libro. Miro mis manos, no tengo garras, tampoco mis ojos son diferentes, todo en mi esta como siempre.

Respiro profundo y saco el libro de la mochila, lo pongo en el suelo.

Estiro las manos como he visto hacer cientos de veces en las películas, y me concentro. Imagino que el libro sube lentamente, y lo trato de hacer.

No pasa absolutamente nada, me comienzo a reír a carcajadas como una lunática.

¡Dios! ¿no era suficiente la muerte de mi madre? Ahora tengo que lidiar con todo esto.

Esta claro que no tengo poderes, mi madre estuvo muy mal en los últimos días y cuando escribió esa carta debió haber estado en una especie de alucinación. Pero... entonces como explico el rayo de luz, la energía de la que hablo mi madre.

Me quedo pensando un largo rato y al final decido que lo mejor es dormir, quizás mañana amanezca y todo esto solo sea una terrible pesadilla

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