Ocho títulos no se comparan a ti | Marc Márquez

Reencuentros virtuales

Sara | 18.00 | Barcelona

Aún no me puedo creer que el FanClub de los chicos se haya puesto en contacto conmigo. Me escribieron a raíz de la petición de Marc y Álex. Estuvimos hablando para asegurarse de que era yo y no una fan loca. Así que cuando acabamos me pidieron si les podían pasar mi datos, obviamente accedí.

La verdad es que en muchas ocasiones he estado tentada de hablarles, pero no sabía si me iban a leer entre tanto fan y si se acordarían de mi.

Según me dijeron los del Club de fans, ellos, Marc y Álex, me escribirían para ponerse en contacto conmigo. Y así fue. Hace cinco minutos tengo un mensaje de un número que no conozco junto con una foto.

Al abrirlo veo un mensaje que pone "¡Por fin! Somos Álex y Marc" acompañado de una foto de ambos con un papel que pone ¡Hola petita!, así me llamaban cuando éramos pequeños.

Me armo de valor y respondo el mensaje con un ¡Hola inseparables! No me da tiempo a adjuntar la foto, porque me entra un FaceTime de ellos.

Al descolgar, me invaden todas la emociones.

- ¡HOLA! -gritan a coro los hermanos una vez aparecen sus caras en mi teléfono.
- ¡Hola campeones del mundo! - digo como puedo ya que estoy emocionada
- No me estoy creyendo esto de verdad - dice Álex

- ¿Como estás? ¿Dónde estás? Cuantos años... -dice Marc con esa sonrisa de Márquez

- Bien, estoy bien chicos -me calmo por fin- unos 15 años por lo menos -respondo a Marc- Estoy en Barcelona, vivo aquí. Vosotros habéis cumplido lo que os propusisteis campeones del mundo. - sonrío recordándoles de pequeños.

- Bueno casi todo, no estabas ahí para hacernos fotos ni celebrarlo juntos. - dice Marc, se acuerda.
- La vida que da muchas vueltas y no siempre sale todo como planeamos.¿No deberíais estar entrenando?
- Es nuestro día libre -dice Álex- hemos venido a Cervera.

- ¿Seguís viviendo en la misma casa?
- Si, seguimos viviendo aquí. Aunque nos hayamos independizado aquí siguen mis padres. -dice Marc

- ¿Y tú cómo que vives en Barcelona? -dice Álex
- Me vine a estudiar y aquí me he quedado. Siempre quise vivir aquí.

- Siempre querías vivir en Barcelona para ir todos los días a la playa, aunque lloviera. -responde Álex
- Entonces también has conseguido lo que te proponías -dice Marc

Así seguimos hablando un par de horas, poniéndonos al día como si no hubieran pasado 15 años.

- ¿Podríamos quedar? -pregunto con vergüenza- A mi me gustaría volver a veros así en persona... no se si queréis
- ¡Como no vamos a querer! Por favor Sara desde que vimos la foto estábamos deseando verte. -dice Àlex.
- ¿Cenamos juntos? - pregunta Marc - si salimos en un rato estamos en Barcelona para cenar
- ¿Puedes? -pregunta Àlex
- Si si que puedo, claro que puedo -respondo- ¿pero dónde cenamos?
- Eso déjanoslo a nosotros -dice Marc- en una rato te aviso del lugar
- Vale, pero pagamos a medias que os conozco un poco
- Bueno eso ya lo vamos viendo -dice Àlex- ¿Tienes coche?
- Tengo coche desde los 18 pistolas - me rio con ellos

Tantas risas llaman la atención de Roser que entra en la habitación a regañarles por el escándalo. Pero como siempre acabo salvándoles de las tratadas.

- ¡Hola Roser, cuanto tiempo! - me anticipo a la madre de los chicos que se queda en shock al verme
- ¡No puede ser verdad! ¿Pero como estas de guapa? Ay Dios mío Sara, eso voz no se que olvida.
- Tu si que estás guapa mujer. Te he echado de menos.

- Yo venía ha echaros la bronca, como siempre Sara salvándoos eso no ha cambiado -nos reímos los cuatro
- Las buenas costumbres

- ¿Que es de ti cariño y de tus padres?
- Yo vivo en Barcelona, estudio y trabajo aquí. Mis padres se separaron hace 14 años, por eso dejamos de ir allí, pero están bien los dos.
- Ay como me alegro petita, tienes que venir un día a casa.

- Esta noche la convencemos mamá -dice Àlex- hemos quedado para cenar
- Pues entonces me voy, porque si no no llegáis, muchos besos Sara y cuídamelos esta noche.
- Como siempre Roser no te preocupes -digo- muchos besos

- Y nosotros también tendríamos que cortar ya -dice Marc - Nos vemos a las 21 petita, en cuanto tenga el sitio te avisamos.
- Vale inseparables, ahora nos vemos ¡Que ganas!

Así nos despedimos. Que surrealista todo. Quince años después y todo sigue como siempre. La conexión está intacta.

Decido llamar a Marta para contarle todo lo que acaba de pasar y así me asesora para esta noche. Además, me muero de ganas de verle la cara al saber que su mejor amiga acaba de hablar con sus ídolos. Porque Marta vive el motociclismo como nadie. A alguna carrera hemos ido juntas por España, a mi también me gustan pero lo de Marta es pasión como Marc y Àlex.

Que ganas de reencontrarme con ellos. Y volver a pasar un rato como cuando éramos pequeños. Que tendrán ocho y dos títulos mundiales, pero siguen siendo los mismo a quien recurría para sentirme segura y protegida.