Cena de campeones

1.7K 90 0
                                    

Marc Márquez | 21.00

Hace 15 minutos que estamos en el restaurante. Àlex está atacado y yo también, aunque disimulo mejor. Es que vamos a reencontrarnos con ella 15 años después, esto si que es adrenalina y no pilotar la MotoGP.

Hemos reservado en una de las terrazas individuales para estar más tranquilos y que ella esté más cómoda, solo ser muy tímida en público.

Son las 21.02 y oímos como alguien sube las escaleras deprisa, tiene que ser ella. Madre si es ella, esos ojos marrones almendrados no se olvidan.

- Lo siento, lo siento no encontraba aparcamiento y me negaba a dejarlo en un parking. -dice agitada mientras sube las escaleras- No me gusta llegar tarde.

Cuando estamos los tres en la terraza nos quedamos mirándonos como para cerciorarnos que es real.

- Cuánto os echaba de menos -dice Sara y es Álex quien reacciona antes y se lanza a abrazarla.

- Sigues siendo igual de petita, eso no ha cambiado -dice Àlex
- Qué no soy tan pequeña, tú que eres muy alto -dice Sara sin soltarse
- Venga ya, si eres más bajita que yo y todo -digo acercándome a ellos- yo también quiero un abrazo.
- Como echaba de menos estos ataques de celos -dice antes colgarse de mi cuello
- Nosotros también te hemos echado de menos -digo una vez se suelta de mi cuello, pero no puedo separarme de ella.

- Qué sitio tan chulo, como se nota que sois pilotos de MotoGP - dice Sara - aunque siempre habéis tenido bueno gusto, me teníais como amiga.

- Un momento especial requiere de un sitio especial -dice Àlex- dentro es más chulo, pero aquí estaremos más cómodos.

- No me creo esto de verdad -dice Sara sentándose en la mesa y nosotros la imitamos.

- Es que hace 15 años que no nos vemos.
- Han pasado los años, pero seguimos igual en verdad - reflexiona Àlex - Por cierto mama quiere fotos de esta cena, si no nos deja entrar en casa. Aunque si es contigo si.

- Ay por favor vuestros padres, me trataban como una hija más -recuerda Sara- mi mejor amiga Marta también me ha amenazado con eso, así que si no quiero perder su amistad tengo que enviar algo con vosotros.

- Hay noche por delante para todo, primero vamos a cenar para celebrar este momento. Esto es casi como ganar un Mundial.

- ¿Perdona? - salta Sara- soy más importante que un Mundial en vuestras vidas, hace tres horas que nos hemos reencontrado y ya os he salvado de una bronca.

- En eso tiene razón Marc, siempre nos salva de todo -ríen ambos y yo me uno a ellos.

Sara | 23:30 | Barcelona

No se que ha sido mejor si la cena, la charla o la compañía. Había momentos que parecía que volvíamos a ser tres niños pequeños.

- Otra foto, otra que en esta no salgo bien -rechista Marc
- Pero como no vas a salir mal si no paras quieto - me rio con Àlex- va otra que tengo que contentar a Marta.
- En la próxima quedada más vale que vengas con ella, no la conozco y ya me cae bien -dice Àlex
- Espera, repite eso que lo grabo, porque le va a dar un infarto. Marta es vuestra fan número 1.
- ¿A que tú no eres nuestra fan número 1? -dice Marc
- Yo soy fan número 1 de vosotros, Marta de fan de vuestra versión de pilotos.
- Tienes que venir a vernos entrenar como cuando éramos pequeños -dice Àlex
- Y también a los Grandes Premios -dice Marc- qué nos tienes que hacer fotos y tenemos que celebrar las victorias juntos.

- Cuando queráis, ya sabéis que a mi me encanta. Además, tengo cámara como si fuera profesional y todo. -me rio- y a algún Gran Premio ya he ido

- ¿Has venido? ¿Nos has visto y no nos has dicho nada? -pregunta Marc
- A algunos en España he acompañado a Marta, intentamos ir a algunos eventos vuestros. Si que os hemos visto, pero nunca de cerca.
- ¿Y no has pensado escribirnos por redes? -dice Àlex
- Si eso si que lo he pensado, además Marta me animaba. Pero a mi me daba vergüenza.
- ¿Vergüenza? -dicen los hermanos a coro
- Mucha ya me conocéis, no he cambiado mucho. No sabía si me ibais a leer o si os acordabais de mi.
- Es imposible olvidarte -dice Marc
- Marc tiene razón petita - secunda Àlex
- A vosotros tampoco se os puede olvidar, ni todos los momentos en los que me cuidabais.
- Los que tampoco nos van son los del restaurante como no nos vayamos -dice Àlex- Ademas, nosotros entrenamos mañana.
- ¡Ey yo también! Que ahora intento ser una chica fit, salgo a correr y hago boxeo, también estoy en el gimnasio pero no se hacer mucho.
- Pues un día tenemos que salir un día a correr -dice Marc- correr en Cervera es una pasada.

- Yo encantada, pero eso si no esperéis que os aguante el ritmo -digo riendo- por si Àlex tiene razón, deberíamos irnos de aquí. ¿Pagamos?
- Bueno, respecto a eso -se miran los hermanos
- ¿De verdad? Mira que os lo he avisado -me enfado un poco
- Va petita no te enfades, queríamos invitarte. Por favor... -y me miran con esa carita como cuando eran pequeños y hacían algo malo
- Dios, seguís teniendo la misma cara de pena, no se puede con vosotros.
- ¿Entonces no estás enfadada? -Dice Àlex
- Imposible enfadarme con vosotros, sois mi debilidad.
- Ay que ilusión tenerte aquí otra vez -dice Marc antes de abrazarme y salir fuera- te acompañamos a casa, te seguimos con el coche, que no quiero que te pase nada siendo tan tarde.
- Gracias chicos, por esta noche y por todo. Seguís siendo los mismos.
- Nos haces seguir siendo los mismos contigo estamos como cuando éramos pequeños -dice Àlex- Por cierto, Marc tienes que dejarle montar en tu moto, ya sabes para seguir cumpliendo la tradición

Es en ese momento donde Àlex estalla en risas y Marc y yo nos ponemos más rojos que un tomate. Solo me montaba en la moto de Marc si él me ayudaba, en verdad solo quería que me prestase atención.

- Si ella quiere, yo la ayudo encantado -sale al paso Marc
- Por recordar viejos tiempos, eso si esta vez no correré ni aunque conduzcas tú. Que no es lo mismo una MotoGP que esas mini motos.
- Sigues siendo igual de miedica -dice Marc- hay cosas que nunca cambian, como nuestra conexión. Mi madre nos ha dicho que parecíamos novios.

Y como puedo salgo de esa conversación y cambio de tema. Porque como sigamos por ahí mi niña interior se va a volver a enamorar de Marc Márquez.

Ocho títulos no se comparan a ti | Marc Márquez Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz