Día 3: Máscara

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Un día tarde, pero aquí seguimos.

Sé que este tema va enfocado a todo lo referido al  "Blanco sin rostro" pero yo de rebelde me fui por otro lado.

Un universo donde el príncipe heredero es cortejeado por el rey fantasma en su cumpleaños.

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Xie Lian celebra su cumpleaños número 21 en un banquete abundante y glamoroso.

El reino entero se viste de fiesta para conmemorar a su querido príncipe heredero, especialmente todos aquellos invitados especiales que se presentan en el aquel salón del palacio.

Dorado y blanco predominan, en honor al gran homenajeado, y las túnicas finas que Xie Lian viste lo muestran tan hermoso y divino como cuando representó al príncipe que complace a los dioses hace años atrás. El toque que lo distingue de aquel acontecimiento es la corona de flores que resalta en sus castaños cabellos.

Xie Lian no es precisamente amante de ese tipo de eventos tan formales, especialmente si él es el centro de atención, pero está bastante acostumbrado y lo sobrelleva con calma, sonriéndole amablemente a los nobles que han viajado (incluso desde tan lejos) solo para verlo...

Además, ayuda bastante que haya máscaras y antifaces extravagantes cubriendo el rostro de cada uno.

La idea de un banquete enmascarado fue de su madre la reina, quien muy entusiasta comentó que ese tipo de eventos están muy de moda en reinos diversos. Nadie se le negó, aunque muchos no estaban de acuerdo, y Xie Lian complació a su madre luciendo con gusto el antifaz dorado y fino que esta le obsequió con mucha ilusión, haciendo juego con su atuendo de esa noche.

Y su madre no se contuvo en preparar algo más: una exquisita danza en la que los presentes podían mezclarse y congeniar.

(Xie Lian no está muy cómodo con ello, más porque no es precisamente ágil en la danza en pareja, pero sigue adelante... Especialmente por la curiosa corazonada que vibra en su interior)

La suave música inicia, en lo absoluto aburrida y simple, y Xie Lian mira a los distintos nobles unirse y danzar. Nota las miradas de otros hacia él, en su anhelo reprimido de danzar con el príncipe, y se hace el desentendido... Hasta que una mano valiente lo alcanza con delicadeza, sacándolo a bailar.

Xie Lian, aunque desorientado al principio, no rechaza la silenciosa invitación que se le es hecha, interesado en la audacia de esta persona...

Es un hombre alto y bien parecido, viste de túnicas carmesí acompañadas de adornos en plata y lleva un antifaz reluciente haciendo juego con cada uno de sus accesorios. La mano que sostiene a Xie Lian es particularmente fría, pero lo hace sentir a gusto, y la que se posa en su espalda lo toma con delicadeza y respeto. Entonces, empiezan a moverse.

Xie Lian intenta seguir los pasos de su pareja de danza, por fortuna es una persona hábil, pero no se siente para nada incómodo.  Mira a este desconocido a los ojos, apreciándose apenas desde el antifaz que cubre parte de su identidad, y Xie Lian siente un escalofrío envolverle. Es la adrenalina, la emoción ante lo desconocido, y un interés que en ese momento no sabe como identificar.

Giran y giran al compás de la tonada, sumergidos en su danza como si fuera lo más importante del momento, y Xie Lian es incapaz de percatarse, tan concentrado en la presencia frente a él, hasta que se alejan del pululo que se olvidó del príncipe tanto como él los hizo de ellos. La música es más lejana ahora y Xie Lian nota lo que ocurre cuando dejan de moverse. 

Su corazón bombea rápidamente dentro de su angosto pecho, fue una danza lenta pero las distintas emociones son las que lo aceleran, y luego la persona de rojo se inclina y besa la mano que aún no suelta.

-Este humilde se siente honrado por haber compartido una danza con su alteza.-

La voz es joven y profunda, albergando un encanto único, y Xie Lian sólo puede quedarse quitecito en su lugar,  visualizando la coronilla de hebras azabache. Su corazón salta y se llena de inmensa calidez... Es la primera vez que siente algo como eso.

Al colocarse derecho el muchacho de rojo, haciendo notar la diferencia de altura entre los dos, hay una sorpresa más para Xie Lian...Una florecilla blanca y linda extendida hacia él. Xie Lian acepta el obsequio con su mano libre, cautivado y feliz a pesar de ser algo tan pequeño, y le dedica una sonrisita a su acompañante, el primer gesto autentico de la noche. Este, luciendo tan complacido, le sonríe de vuelta; es coqueto, pero dulce a la vez, y deja sin aliento al príncipe.

Xie Lian tiene muchas preguntas (¿Cuál es tu nombre? ¿De dónde vienes? ¿Podemos quedarnos así más tiempo...?) Pero ninguna palabra sale. Sin embargo, antes de que Xie Lian pueda lograr decir algo, el muchacho de rojo se inclina una vez más con sumo respeto, deja ir su mano y se marcha...

Cuando Xie Lian se da cuenta, como si saliera de un encantamiento mágico, está solo en aquella zona aislada. Está bastante claro que lo ocurrido no fue producto de su imaginación y la prueba está en la flor que permanece en sus manos.

Fue una experiencia muy fugaz para lo que él hubiera querido, pero lo ha llenado de tanta calidez y emoción que Xie Lian se pone ansioso pensando en todo lo que el futuro aguarda para él. Su optimismo es fuerte, incluso incomparable, y sabe que más pronto que tarde podrá ver bajo el antifaz plateado que cubre el rostro de su invitado misterioso...

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Xie Lian Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora