Xie Lian Week 2020

Día 5: Perla de coral roja, confesión

¡Para este día he tomado ambos temas!

Hoy: un AU de buzos donde Xie Lian buza recolectando distintas especies que vende a los restaurantes y Hua Cheng es un buzo profesional por hobbie.

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Xie Lian es un joven bastante paciente, siendo comparado muchas veces con un viejito sabio y tranquilo, pero ya empieza a impacientarse...

Es que, ¿¡Cómo pudo haber perdido algo tan valioso!? Un pendiente de coral rojo del par que obtuvo de su difunta madre, el único tesoro que conserva de ella desde su partida.

Sale del agua, por quien sabe cuánta vez, y se tumba sobre una gran roca húmeda sin aliento. Ya es más de medio día, se nota por el fuerte sol del momento, y Xie Lian está perdiendo las esperanzas de hallar la perla perdida.

Bueno, su probabilidad es muy baja, pero no quiere rendirse tan fácilmente.

Lleva años usando el par de pendientes brillantes, que ya representan parte importante de él, y estos lo han acompañado en sus actividades de buceo desde el inicio, cuando decidió recolectar distintas especies para sobrevivir ¡Ninguno de estos se había extraviado hasta ahora!

Está triste, enojado consigo mismo por su enorme descuido, y siente que le ha fallado a su madre al perder algo que fue tan valioso para ella...

-No te preocupes, gege. Este San Lang ayudará.-

Y una nueva esperanza (bastante alta) llega.

Xie Lian ve a Hua Cheng sumergirse en el mar con todo su equipo de buceo profesional y no puede evitar sentirse un poco apenado por tomar del tiempo sagrado de Hua Cheng. Sin embargo, este no dudó en ofrecerle una mano cuando la noche anterior le contó sobre lo sucedido, justo al darse cuenta de lo que había perdido. Hua Cheng es un amigo especial, la persona más cercana a él, y si le compartió su pesar fue por desahogo y no para pedir su ayuda. Aunque... Xie Lian también siente un deje de alegría ante las atenciones y acciones de Hua Cheng, quien siempre ha estado dispuesto a lo que sea por él. Se siente bien, es lindo, y su corazón se alborota de solo pensarlo.

Y se levanta de un salto de la roca, animado de repente gracias a las cálidas sensaciones. La confianza ha crecido, haciéndole cambiar un poquito la cara, y sigue a su confidente San Lang al agua ¡Él también debe esforzarse!

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Casi anochece y su búsqueda no tiene resultados.

Nadan durante horas, husmeando cada rincón que alcanzan de las rocas, pero no hallan ni una señal de la perla rojiza. Bueno, considerando lo grande que es el océano su búsqueda incluso puede pasar como estúpida y totalmente en vano.

Xie Lian está desanimado, ya resignado, y agradece a Hua Cheng por su ayuda (también se disculpa por haber rodado de su tiempo) con una sonrisita que, no importa cuánto se esfuerce por disfrazar, es más triste que nada. Hua Cheng no dice mucho, probablemente cuidadoso de no tocar un punto sensible en ese momento, y se marchan justo cuando el sol está por ocultarse por completo.

El camino a casa es corto, la ventaja de vivir tan cerca de la costa, y una vez dentro Xie Lian cae deprimido. No se trata de lo costoso de la perla, sino de la memoria de su madre, y pensar en que la perdió para siempre lo lastima...

De pronto, hay un llamado desde afuera. Una voz que reconocería en cualquier lugar, no importa que tanto ruido haya, y la única que lo llama gege con sumo gusto. Es Hua Cheng y a Xie Lian le apena que lo vea en ese estado lamentable, incluso algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Pero entre ignorar a Hua Cheng y pasar vergüenza es obvio lo que prefiere.

Cuando sale, luego de haberse limpiado el rostro con su franela gastada, el rostro de Hua Cheng se ilumina. No entiende, hasta que lo ve en la mano que el otro le extiende... La perla desaparecida está ahí, sana y salva.

Emociones sacuden a Xie Lian (alegría, alivio, agradecimiento... Amor) y reacciona abrazando fuertemente a Hua Cheng. Sus ojos pican, con ganas de llorar nuevamente, y cuando siente las manos contrarias rodearle suavemente la dicha crece.

Hua Cheng menciona que halló la perla en la orilla del océano, atrapada en una de las rocas secas... Probablemente Xie Lian la dejó caer por ahí accidentalmente

-¡Gracias, gracias, gracias!- finalmente Xie Lian logra decir, no se separa del cálido pecho contrario- Eres increíble, no sé qué haría sin ti... ¡Te quiero tanto, San Lang!-

Demasiado es lo que Xie Lian siente en ese instante que sus sentimientos escondidos por fin son liberados.

(Sí, Xie Lian ha desarrollado un enamoramiento por ese muchacho amable, inteligente, despreocupado y atractivo con el que se cruzó el primer día que llegó a ese lugar. Al principio creyó que sólo se trataba de una gran simpatía, pues este fue su primer amigo luego de años solitarios, pero poco a poco fue cayendo en el encanto de quien sólo él llama San Lang...)

De la euforia viene el pánico, apenas Xie Lian se dio cuenta de su metida de pata, y quiere deshacer el abrazo para salir corriendo y lanzarse en cualquier acantilado (realmente su cabeza ha perdido la razón) sin embargo, Hua Cheng lo salva de que haga alguna tontería como esa abrazándolo con un poquito más de fuerza.

-Gege no tiene ni la menor de idea de cuánto lo ama este indigno.-

La voz de Hua Cheng, profunda y cargada de sentimiento, estremece a Xie Lian como nunca antes... Acaso, ¿Su confesión accidental está siendo correspondida? ¿Está pasando lo que él cree que es? Su corazón pierde el control, agitado, y él sólo puede hundirse en el cuerpo de quien se enamoró... Oh, el corazón de Hua Cheng está tan alborotado como el suyo. Le da gracia, no puede creer que estaban detrás del uno y el otro, y ya que los sentimientos guardados fueron liberados le hace inmensamente feliz.

No reparan en el largo rato que permanecen abrazados, sus corazones latiendo como uno solo, y cuando se separan Hua Cheng coloca la perla rojiza en su lugar. Xie Lian, enrojecido, no deja de sonreír... ¿Cómo puede ser tan afortunado?

Esta vez no dice nada, pero actúa besando con dulzura la mejilla de su salvador.

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Nota: Los días 6 y 7 los subiré la semana que viene, pues en este finde me dedicaré a terminar una historia Hulian en la que llevo varias semanas trabajando ¡Buena suerte para mi!

Mil gracias a todos los que leen, votan y comentan ¡Me hace muy feliz leer sus comentarios tan lindos!

¡Nos leemos la siguiente semana!