12. Pequeñas decisiones.

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Pasas las páginas de un libro sobre cocina japonesa, Akane juega a tirar los trapos de la barra de la cocina (manías de gato). Es martes y son las cinco de la tarde. Acabas de volver de recoger unos paquetes en el Grand Hotel, Jotaro los ha dejado en recepción, ni si quiera le has visto. Ayer Okuyasu y Koichi se quedaron una hora en tu piscina, pero Josuke se negó a venir. Incluso recibiste una llamada de Rohan esta mañana, pero has preferido quedar con él en otra ocasión, ahora mismo no quieres ponerte de mal humor y con este tipo nunca se sabe, es parte de su atractivo.

Cierras el libro. Te peinas y preparas para salir. Hoy no hace sol, así que no tienes problema con quemarte y decides ir andando hasta la ciudad. Sientes cierto vacío, pero no eres de esas personas que no saben vivir sin alguien a su lado y no le das importancia... <No puedo creer que la haya cagado con dos tíos, con lo bien que iba todo. Mierda.> Piensas.

Llegas hasta una panadería con un letrero verde "St.Gentleman's". Entras y miras el mostrador lleno de deliciosa repostería salada y dulce. Alguien choca contra ti bruscamente y te empuja hacia un lado, por suerte no pierdes el equilibrio. Miras a la persona responsable, es un hombre alto, rubio, trajeado y muy serio. No dice nada, ni una miserable disculpa y no vas a quedarte callada. –Oiga, podría tener más cuidado-. Pero el tipo desvía su atención a los sándwiches que tiene delante. A nadie le gusta la gente descarada, en especial a ti y en voz demasiado alta añades: -Maldito idiota, maleducado. Espero que te tropieces de camino a casa-. Sales de allí con la bolsa y el estómago vacío, ese tipo te ha quitado el hambre.

Ahora estás sentada en el césped en un parque, sola; no hay absolutamente nadie allí... Excepto un tipo que se acerca caminando y que te recuerda al mismo de la tienda. <No puede ser...>

El hombre se para frente a ti y una voz que podrías olvidar fácilmente sale de su boca con pasividad: -Vaya, que casualidad. –

No contestas. Ni siquiera le miras. Él continua. –Ahora tú eres una chica maleducada. Pero no importa, no te lo tendré en cuenta. - Se agacha demasiado cerca de ti y te arrastras unos centímetros más lejos. –¿Le importaría dejarme en paz? No quiero compañía. - exclamas ya enfadada. El rubio sonríe y prosigue: -Tienes unas manos preciosas...-

<Lo que me faltaba.> Te levantas de golpe, no vas a soportarlo más. Empiezas a notar como sale humo negro-azulado y tu sombra se extiende más de lo normal. No tienes muy claro por qué, pero apartas instintivamente el brazo y ves como el hombre ha intentado agarrarlo, pero no lo ha alcanzado. Nerviosa decides actuar como has visto que hacen los demás usuarios de Stand, gritas con fuerza: -¡DragonForce! – Y las sombras de todo tu alrededor salen disparadas concentrándose en la palma de tu mano y al elevarla señalando al cielo, toman la forma dracónida que elegiste la primera vez. Los ojos de la bestia brillan llameantes con colores hermosos, realmente parece que en su interior puedes ver el universo galáctico. Inmediatamente, encarandose al agresor; abre sus fauces con un sonido siniestro y dispara los gases de colores reluciendo como purpurina. Al recibir el ataque él se tambalea y cae al suelo, parece que está a punto de vomitar. La ráfaga no ha sido lo suficientemente potente, parece que se dispersa en seguida y no alcanza más de 2 metros. Una voz conocida, grave y poderosa se escucha a lo lejos gritando tu nombre. Te despreocupas del señor desagradable que está tosiendo en el suelo, pero mantienes la distancia y te fijas bien en quien va hacia ti. <El que faltaba...> Jotaro se aproxima a paso ligero. Te cruzas de brazos y suspiras, intentas que tu stand no desaparezca, así pareces más intimidante.

Tu víctima descarada deja de toser, parece que ha captado la presencia de quien viene en camino y aprovecha tu despiste para echar a correr como si su vida dependiese de ello temblando de forma torpe y chocando con un banco. - ¿A dónde crees que vas? -. Dices, pero Jotaro está ya cerca de ti y no te molestas más en ese desgraciado.

The Dragon, the Star and the Diamond. (Jotaro x Josuke x Lectora fem.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora