¿Egoísta? Tal vez (II)

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Narrador omnisciente.

Mientras tanto en el piso de arriba, Nayeon caminaba hasta la puerta de Mina, burlándose internamente del letreto en la puerta. "JLINE Y LA INFILTRADA KAWAII" ponía, estuvo segura de que fue idea de Momo poner algo como eso ahí, pero la caligrafía tal bonita era de Myoui, ella conocía bien esa forma de escribir y dado que la firma el un pequeño dibujo de un pinguino en la esquina de la hoja era obvio, y antes de ser consiente de ello pensó en lo adorable de ese detalle.

Para evitar darle vueltas a eso llamó finalmente a la puerta, Minatosaki abrió ante su llamado y justo como cuando las había visto pasar a ella y al resto contuvo el aliento. Nayeon solo preguntó por Mina, y esta inmediatamente fue llamada por Sana, quien se alejó perdiendose dentro de la habitación sin quitarle los ojos de encima. Tenebroso, Sana es bastante rara cuando quiere, pensó, y los ojos de la nipona menor sobre su escote cuando se dispuso a dejar de ver por el lugar donde Sana se había ido no fueron para menos, Im estaba consiente de la fascinación de Mina por ella, y era recíproco, pero eran tan opuestas como para poder encajar fuera de la cama o eso creía firmemente, tampoco es como si lo hubieran intentado pero prefería pensar en aquello como algo meramente físico, Im Nayeon no involucraba sentimientos y entre compañeras de banda no era una buena idea.

Los ojos de Mina se habían vuelto más oscuros y se mordía el labio inferior, y por un minuto la coreana la vió tan sexy haciendo ese gesto, parada entre una pequeña abertura de la puerta que no permitía ver nada de la habitación, el fuerte brazo derecho de Myoui envolvía la puerta blanca y su brazo izquierdo estaba apoyado despreocupadamente sobre el marco de la puerta, apretando la madera entre sus dedos para controlar el impulso de lanzarse ensima de Im, el pasillo de arriba estaba desolado despues de todo.

Nayeon se encontró a sí misma mordiendo sus ya de por sí rojos labios, lamiendolos cuando recién se resecaron y queriendo ser envuelta por las manos de Mina. Maldita sea, maldijo mentalmente. Ni siquiera se percataron de que pasaron alrededor de cinco minutos mientras se miraban, finalmente la nipona habló:

- ¿Se te ofrece algo? - Nayeon se estremeció por la voz mas ronca y rasposa de lo normal, ella conocía ese tono y la anticipación la hizo temblar.

- Yo... - por un momento la coreana había olvidado a que había ido, ¿porqué estoy aquí?, se preguntó y callendo finalmente en cuenta de que tenía que salir con las chicas porque ella misma lo había propuesto sacudió su cabeza y dijo firmemente: - Las llaves del coche de Moonbyul, Jihyo dijo que tu podrías saber dónde estaban.

- Así que era eso, ¿vais a salir? - preguntó la nipona.

- Buscaremos algún club en el que pasar una noche entretenida, las cosas en esta casa están siendo aburridas. - contó la coreana.

- Ya veo, ¿irás así vestida? - preguntó la rubia metiendo su mano entre su enmarañado cabello para arreglarlo un poco.

- Si. - afirmó Nayeon.

- ¿A un sitio con más gente además de las chicas?

- Si.

- ¿Y beberás?

- Si.

- ¿Bailarás?

- Si.

- ¿Y si alguien te invita, aceptaras?

Nayeon se había perdido en aquella pregunta, en todas de hecho, el tono de Mina traía a sus piernas temblando, y se preguntaba si el calor repentino que sentía era por imaginarse bailando demasiado pegada al cuerpo de alguien que la sostuviera con fuerza en alguna pista de baile de algún club o si era más bien por la persona con la que se imaginaba bailando demasiado pegada a su cuerpo y siendo sostenida con fuerza por ella en alguna pista de baile de algún club, jodida Myoui.

Sabía lo que Mina insinuaba, eran demasiados años conociendose como para no saber que con esa pregunta quería decir tantas cosas: "¿bailarás con alguien que no sea yo?", "¿dejaras que ese alguien te toque? Sabes que no lo haría tan bien como yo".

Tragó pesadamente y finalmente respondió: - Si.

- Se las entregué a Moonbyul esta mañana. - Mina le dió una última mirada a Nayeon, haciendo al fin ese escáner completo que deseaba hacer del cuerpo de la coreana desde que se le puso delante, la vió de pies a cabeza, percatandose de cada detalle, porque Mina era de esas personas con agallas que ya habían tomado lo que había y sabían que eso no era precisamente todo, no era solo un sensual físico y confianza que desbordaba la mayor lo que esta tenía para mostrar, ella sabía que era mas que eso, cuando alzó la mirada se encontró con los ojos de Im, oscurecidos y sonrió de lado, conocedora de lo que eso significaba - Espero que quien sea tu acompañante esta noche baile mejor que yo, disfrutalo. - y entonces, Myoui igual que Sana desapareció dentro de la habitación cerrando la puerta a sus espaldas.

Nayeon estaba allí, en medio de ese pasillo vacío, intentando controlar su urgente necesidad de correr a su habitación y hacerse cargo de la humedad que inevitablemente se había formado entre sus piernas, y desechando por completo la idea de tomar una ducha fría, no había tiempo para eso.

Maldijo mentalmente a Mina millones de veces por haberla dejado así, y se preguntó ¿porque la maldigo realmente si no me hizo nada, solo estuvo allí parada? Y era precisamente eso lo que la inquietaba, la rubia no tuvo que hacer más que un par de insinuaciones bien disimuladas en un tono de voz diferente al usual para tenerla así.

Jodida Myoui.

Finalmente Nayeon bajó las escaleras hasta el salón, con las manos vacías, sin estar realmente segura de como no había caído en el intento si sus piernas aún temblaban por el reciente encuentro con la nipona menor.

Acalorada y con las mejillas sonrojadas caminó llegando hasta estar junto al resto de "las divas" y comentar que las llaves las tenía su dueña. Entonces fue hasta Joohyun y la tomó por sus hombros, enterrando levemente sus uñas en aquella zona, y sin importarle estar frente a tanta gente la besó, atacó sus labios con tanto deseo que hasta ella misma se sorprendió.

Irene jadeó sorprendida también pero no se negó, llevó sus manos a la cintura de la contraria y sus danzarinas lenguas se envolvieron entre sí. Escuchó vagamente como Yongsun avisaba que iría a buscar las llaves a la habitación de Moonbyul y uno que otro silbido de sus compañeras ante el beso, pero eso a Nayeon poco le importaba ahora.

Ella necesitaba un punto de escabe, un pequeño agujero en aquella inmensa pelota que contenía todo su estrés y tensión. Mina la ponía tan nerviosa, la llevaba al límite solo con un par de palabras, ella lo odiaba, pero si tanto lo detestaba como decía, ¿porqué todo su ser se había quedado queriendo recibir mas, almenos un pequeño acercamiento de aquella japonesa?

Nayeon necesitaba volcar toda esa excitación en algo, o en alguien en este caso, y ya que Mina no estaba dispuesta a darle lo que pedía -aunque realmente nunca se lo había pedido-, Irene era la mejor solución.

¿Egoísta? Tal vez, pero ahora ¿a quién le importa?



2/4 (este fue un pelín más corto pero oye, no se quejen. Os quiero ver comentar. Pero la fiesta aún no comienza jaja.)

lippoonggsoo/ ps, pa tú

Mansión idol; Grupos femeninos.Where stories live. Discover now