Renovations

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—Sabes, cuando dijiste que vendríamos al hospital, no era esto lo que pensé que querías decir.–Olivia se quejó en un susurro mientras Theo la guiaba por la cinta de construcción que arrinconaba el piso familiar del hospital.

—Bueno, deberías aprender a no elevar demasiado tus expectativas.– Dijo Theo, asintiendo a la primera habitación a la derecha del ascensor, con las puertas todavía abolladas por las balas. —Dame tu chaqueta.– Ordenó. Olivia lo hizo sin discutir, lanzándolo a Theo que lo extendió por la mesa de metal fresco antes de que dejara caer a Max encima. —No dejes que se caiga.– Dijo, moviéndose para buscar en los cajones mientras Olivia ocupaba el puesto junto a Max.

—Theo. Necesitamos un médico.

—Tenemos un médico.– Dijo Theo, escarbando en el equipo abandonado al azar.

—No eres un médico.

—Crecí rodeado de médicos.– Argumentó.

—Crecí alrededor de los árboles, eso no significa que sea uno.– Olivia siseó. —¿Por qué venir a un hospital si no vamos a usar un médico?

—Porque aquí hay equipamiento.– Él lo explicó.

—Ah, y sabes cómo usar todo eso, ¿verdad?

—Te voy a castigar si no te callas.– Theo se quejó.

—¿No podemos simplemente irnos...

—¿Qué estás haciendo?– La cabeza de Theo se dirigió hacia la puerta, con los ojos bien abiertos al mirar al doctor que estaba en la puerta, con los labios fruncidos y un sándwich en una mano. —No puedes estar aquí.– Dijo.

—Esto es un hospital, ¿no?– Theo dijo. —Ella está enferma.– Añadió, asintiendo con la cabeza hacia Max, posada precariamente en la mesa de metal. La mirada del doctor se dirigió hacia ella mientras daba otro paso en la habitación.

—Todavía no puedes estar aquí arriba. Este piso está cerrado, necesita ser repintado.– Theo ignoró la necesidad de explicar que una capa de pintura no serviría para los agujeros de bala que todavía están en las paredes. —Las recepciones están en la planta baja, si ella no está bien, regístrala y...

—No tenemos seguro. No puedo darme el lujo de registrarla.– Theo dijo. El doctor miró entre los tres, con la cara caída, sin duda por lástima. Max dio una tos ligera.

—Muy bien, ¿cuáles son sus síntomas?– Preguntó, tirando el sándwich a un lado y entrando en la habitación.

—¿Qué?– Theo preguntó tontamente.

—¡Ha estado tosiendo mucho!– Olivia dijo. —¿Puedes ayudarla?

—Tal vez.–  El doctor dijo. —¿Está bien si echo un vistazo?– Él preguntó.

—Eh... yo...

—Sí– Respondió Olivia. El doctor se quedó esperando a que Theo respondiera.

—Será gratis.– Dijo. —Sólo estoy en mi descanso, así que no tengo tanto tiempo, pero podría ayudarte a averiguar qué pasa exactamente con ella.

—Papá.– Olivia estalló, estirando la manga de Theo. —Dile al doctor que sí.

—Sí. Bien.– Theo se quejó. El doctor asintió con una pequeña sonrisa antes de dar el último paso para reemplazar a Theo frente a Max, moviéndose rápidamente cuando empezó a examinarla.

Se quedó quieto, con los ojos entrecerrados mientras veía al doctor empujar y pinchar, hablando sólo para responder a las preguntas ocasionales que el doctor le hacía, aunque, generalmente, dejaba que Olivia las tomara ya que parecía más que feliz de derramar información para el hombre.

Look who's talking • [versión en español]Where stories live. Discover now