Teaching 101

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—Es un resfriado.– Así fue como Theo fue recibido cuando volvió al piso infestado de balas del hospital, una recién dormida Max roncando en su oído y una Olivia de ojos claros agarrando su mano libre a pesar de los mejores intentos de Theo de tirarla todo el camino hasta allí.

—Dije que...– Theo empezó a ponerse rígido.

—Y yo escuché.– El doctor Geyer interrumpió. —Hablé con Melissa, dijo que cuando se enteró de lo de Scott le hizo todo tipo de preguntas a un tipo llamado Hale. Según ellos, los bebés pueden resfriarse, no es muy común pero sucede, como en el caso de un bebé humano su sistema inmunológico no es tan fuerte. La 'ausencia de enfermedad' realmente se activa cuando están listos para el preescolar.

—Asesino Hale o ceja Hale?– Theo preguntó sospechosamente. —Porque...

—Ella dijo confía en él.– El doctor Geyer terminó antes de que Theo pudiera expresar sus preocupaciones. —Es solo un resfriado...

—¿Así que ella va a estar bien?– Olivia preguntó.

—Ella va a estar absolutamente bien.– Olivia asintió con la cabeza, dejando caer la mano de Theo, los dos vieron como ella se tropezó con una de las mesas, subiéndose a ella con un ruido y acurrucándose como un gato.

—Oliv...– Theo siseó.

—Shh. Estoy durmiendo.– Olivia murmuró. La mandíbula de Theo se estremeció al preguntarse si el doctor lo juzgaría o no por acabar con el acto arrastradola de vuelta al coche. Una mirada al hombre que sonreía suavemente a la molesta niña le dijo que probablemente tendría una o dos quejas. 

—Si esperas unos minutos, tu padre puede llevarte a tu cama. Sería mucho más cómodo que dormir aquí.– Dijo el doctor Geyer suavemente. —Más cálido también.– Theo apretó los dientes al sentir el frío del metal contra su propia espalda.

—No.– dijo Olivia brevemente. El doctor Geyer soltó una risa suave mientras Theo eligió ignorar a la mierdita.

—Entonces, ¿qué hago?– Preguntó, llamando la atención del hombre.

—No hay mucho que puedas hacer. Desafortunadamente, a esta edad el sistema inmunológico es lo suficientemente bueno para combatir cualquier medicina que intentes darle, ella sólo... no lucha contra el resfriado, así que ambos tendrán que aguantar. Como dije antes, va a llorar mucho pero lo único que puedes hacer es sostenerla para que tenga menos miedo y la mantengas hidratada.

—¿Eso es todo?

—Eso es todo.– Dijo. —Con suerte estará como nueva la semana que viene, pero a veces los resfriados de los niños pueden persistir. Si persiste después de dos semanas, entonces le echaré otro vistazo, pero por lo demás, no hay mucho más que hacer. Vete a casa, duerme un poco.

—Bien, gracias.– Theo suspiró. —Olivia.

—Shh, estoy durmiendo.– repitió Olivia haciendo reír suavemente al Doctor Geyer.

—No.– Dijo Theo, marchando hacia ella. —Max necesita descansar y no lo va a conseguir cuando la cargue. Vamos.

—Vale, pero ¿papá?

—¿Qué?– Theo preguntó con dureza.

—¿Puedes llevarme por favor?– Olivia preguntó con suavidad, con la voz puesta en una patética ráfaga como si se estuviera muriendo de sed, no como una mierdita perezosa. Sus ojos volvieron a parpadear hacia el Doctor Geyer, que seguía mirando a Olivia con la expresión de alguien que había visto un cachorro particularmente lindo.

Look who's talking • [versión en español]Where stories live. Discover now