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Su madre lo había llamado, diciendo qué se le perjudicó el viaje, por lo cual es probable qué tardarían una semana y días en llegar, HoSeok se estresó, tendría que bancar al dientes de conejo por más tiempo.

Estaba en su habitación, estaban por ser las siete y media de la tarde, estaba atardeciendo. En un rato de seguro vendrían los amigos de su hermanastro hormonal, no le molestaba en lo absoluto, los amigos del menor no eran mucha molestia, sólo vivían jugando a partidas de juegos verga en la play de Jeon, veían un poco de porno tal vez, le daba asco, pero ya qué era normal, él había sido un virgo en su adolescencia, le sorprendía qué ahora sean tan..cómo decirlo, avanzados y perversos.

Estaba acostado, cómo siempre, sólo qué está vez estaba hablando con su amigo YoonGi, este le había comentado de una especie de fiesta, qué según el pálido, no era nada comparado a las demás. HoSeok se lo negó, demasiadas veces,pero Min era tan insistente qué terminó aceptando. Era este fin de semana, y para ser sinceros no quería ir, no quería traer a su amigo borracho, pero TaeHyung iba a ir con él. Y de hecho, hablaría con ese fundashi pronto.

Soltó el celular en la cama sin cuidado alguno, se cambió y se puso algo decente. Lamentablemente, su madre lo había obligado a cocinarles a Jungkook y sus amigos. El adolescente hormonal ya era bastante grandecito para hacerse de comer, pero al ser un mimado, debía seguir las órdenes de su progenitora.

Se puso unos pantalones color verde militar, zapatos deportivos y una remera blanca, le quedaba grande y holgada. Pero le gustaba mucho la ropa grande, en especial la foto qué llevaba en medio, un hombre de piel oscura, con una frase en contra del racismo. Le encantaba aquella ropa, aunque fuese bastante controversial, la usaba sin ningún problema alguno.

Una vez cambiado, escucho la puerta principal ser abierta y las voces de dos jóvenes; los reconoció cómo TaeHyung y Jungkook. Ya qué este ultimo le habia abierto la puerta, faltaba tan sólo otro engendro más qué cuidar, y para ser sinceros, no tenía ganas de cuidar a chiquillos, no esta noche.

Estaba preocupado por JiMin, según le dijo iría a la casa de su padre esta noche. Por eso no se encontrarían, eso le preocupó, no quería qué nada malo le pase, quería decirle qué no vaya y qué se quedara en su casa, pero aquél chiquillo tenía una vida también. Y el pelirrojo no debía meterse en ella, aunque quisiera, no era su problema.

Abrió la puerta de su habitación y bajó las escaleras hacia el comedor, donde allí vio a los dos engendros -cómo el llamaba a ese par de adolescentes hormonales-, Y se quedó viéndolos por un ratito, estaban hablando sobre algo del colegio y un tal profesor, no le interesaba en ningún sentido aquello, por eso el pelirrojo interrumpió la charla sonando su garganta.

-Ejem-resonó en su garganta, los dos menores se dieron vuelta para verlo. Jungkook rodó los ojos y TaeHyung sonrió, le encantaba estar con HoSeok. Era divertido molestarlo.-Hola, Kim.-saludó con una sonrisa fingida.

-Hola HoSeokie~-dijo con una voz aguda, digna de colegiala enamorada. El nombrado bufó,sabia lo qué se venía.

Los dos adolescentes se levantaron del sillón y se quedaron mirando a su Hyung, este los miraba de arriba a bajo con una ceja arqueada,¿qué les pasaba ahora?

-¿qué?

-Hyung, tenemos hambre.-Dijo Jungkook, jugaba con sus manos y sonreía nervioso. TaeHyung, por otra parte, estaba apoyado con su mano en el borde del sillón, con un semblante seductor.

-Jeon, tenés quince,¡casi dieciséis!, deja de pajearte todo el día viendo homosexuales cojer y aprende a cocinar por lo menos. No soy tu mamita.-dijo con seriedad, mirándolo con enojo.

-¡Pero Hyung!, mamá dijo qué te encárgues de mi y mis amigos..-puchereó como un niño, HoSeok soltó una carcajada sarcástica.

-Qué te cocine TaeHyung, el es grande ya. Tiene diecisiete.-el pelirrojo se encogió de hombros y pegó media vuelta para irse a su habitación, de no ser por la voz de TaeHyung, ahora no era aguda cómo la de yandere, ahora era grave,rasposa e intimidante cómo Legoshi, el pelirrojo se tensó al instante de escucharlo, le daba miedo.

-HoSeok-dijo con su voz grave, por dios, había salido el macho pecho peludo de adentro.-Tenemos hambre, así que anda putita y cocina.

Ya había empezado con sus jodas, ese chico le agradaba pero era irritante cuando se ponía así. Siempre andaba diciéndole qué era una putita, una pasiva. HoSeok tenía ganas de golpearlo, él obviamente no era una pasiva, él era todo un alfa.

-Callate, qué terminaras siendo la putita de YoonGi.-dijo.

Tras decirlo, los ojos de TaeHyung se abrieron cómo si de dos latas se tratase, Jungkook por otra parte frunció el entre cejo,¿qué tenia qué ver YoonGi?

-¿Qué tiene que ver Yoon...?

-¿De donde lo conoces?-dijo TaeHyung y empezó a acercarse con sus orejas rojas.

-Es mi mejor amigo, duh. -dijo y relamio sus labios, sonriendo con triunfo y gracia tras ver el sonrojo de Kim, ese chico era todo un rarito, tenía bastante dualidad.

-Esperen-Jungkook se puso en el medio, mirando a su hermanastro y su mejor amigo.-¿qué pasa con YoonGi Hyung?

-Kim sale con YoonGi, le gustan mayores.

-Aunque no lo creas, los mayores tienen más culo.-guiño un ojo perverso.

Los dos casi-hermanos quedaron desconcertados, en especial HoSeok, pobre de su mejor amigo, terminaría siendo un pasivo. Por dios, caer en manos de kim es una entrada al mundo de las pasivas, siendo una de ellas.

-Bueno, creo qué..es mucho, no quiero saber de qué tamaño es el culo de YoonGi hyung..-dijo Jungkook en un estado de incomodidad bastante notable.

-Es grande.-comentó HoSeok con una sonrisa.

-¿Y vos como lo sabes?, Jung te voy a mat-TaeHyung se veía molesto,pero Kook lo tomó del brazo para irse por las escaleras hacia su habitación.

-Vamos por favor.-dijo Jungkook bastante traumado.

Los dos adolescentes entraron a la habitación del menor de ellos, HoSeok sonrió juguetón y se dirigió hacia la cocina, debía organizar algo para qué los dos comieran. Aún era temprano para la cena, por lo cual, les prepararía algunas cosas saladas o algo para qué comieran.

Agarró un bowl del mueble, unas papitas y cheetos. Los puso en dos bowls diferentes y agarró tres vasos. Aún faltaba el otro engendro, por lo cual prefería llevar los tres vasos para qué después no lo molesten con alcanzar otro.

Agarró la comida y una botella con una bebida gaseosa, iba a llevárselos cuando el timbre de la casa sonó, seguro era el otro chiquillo, dio un bufido molesto, no podía también abrir la puerta.

-¡Jeon Jungkook golpean la puerta!-gritó, a los instantes el dientes de conejo bajó las escaleras y le sonrió amable.

-Llevaré la comida con los vasos y la bebida, abre la puerta por mi, de seguro es Minie.-dijo con una sonrisa, tomó las cosas y subió las escaleras.

Minie..

Raro nombre,¿acaso había invitado a una chica? Mm el pelirrojo no creía eso posible,sería raro y con lo vergonzoso qué es su hermanastro..no tendría el atrevimiento de invitar a alguna chica a la casa.

Se dirigió a la puerta sin más, vio por la cerradura y lo único qué vio fue un buso pastel, y unas manos blanquecinas llevando una cocacola y doritos, tal vez si era una chica.

Sin más destrabó la puerta y la abrió, encontrándose con algo realmente imposible.

-¿H-hoSeok?-preguntó rojo hasta las orejas.

-¿JiMinie?

Ja claro qué no, esto no podía ser posible.

Nights with you ⤚ HopeMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora