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Había llegado el día, el que todo adolescente entrando a la adultez espera, o capaz algunas madres no quiere que llegue; que su hijo sea independiente.

JiMin se encontraba guardando las últimas cosas bastante pequeñas, cepillo de dientes,cargadores,teléfono, etc. En menos de una hora llegaría al departamento donde viviría a partir de Ahora, HoSeok ya se encontraba allí ordenando y decorando un poco el lugar, quería que fuera una sorpresa para el menor.

Le había pedido ayuda a JiSoo, pero esta estaba en su universidad y la señora Kim en su trabajo.

Agarró todo lo que pudo y vio su habitación por última vez, no le faltaba nada así que se dirigió al comedor. HoSeok le dijo que lo pasaría a buscar en unos minutos.

Estaba en su teléfono viendo las redes sociales hasta que escuchó a su madre sollozar, parecía estar llorando. El pelirubio nunca la había escuchado en ese estado, sigilosamente se dirigió hacia donde estaba su madre, en su habitación.

Una vez llegó, golpeó la puerta dos veces, esta estaba un poco abierta y al menor no recibir respuesta entró, quedando estático al ver.

Su madre estaba sentada en la cama con un vaso de agua en su mesa de noche, estaba en pijama y al parecer ni siquiera se había cambiado. Sus ojos color almendra estaban rotos y lagrimosos, sus manos blancas parecían verse débiles y el cabello de la mujer estaba recogido en un mal rodete, mechones se caían mientras la mujer seguía sollozando con la mirada baja.

Lentamente se sentó en la punta de la cama, la mujer al sentir el peso levantó la mirada asustada, al ver a su hijo limpió rápido sus lagrimas y sorbió su nariz.

—No entres si no te respondo.—dijo la pelirubia mirando a su hijo a los ojos.

—¿Qué te pasa?—preguntó JiMin de una vez, iría directo al punto.

—Problemas de adultos, no es asunto tuyo.—dijo la mujer, Park soltó una risita y rodó los ojos.

—No soy un nene de diez años, ma. Ya soy un universitario, ¿sí?

—Dejame, son mis problemas no te met—

—Me tenés las bolas por el piso con tus mierdas—le respondió de muy mala manera, la señora Park apretó su puño molesta.—En tu puta vida me preguntaste como estabas, en tu puta vida te interesó como me iba en el colegio, nunca. Ahora que por lo menos intento hacer quedar algo de tu relación materna después de tiempo, por favor trata de poner un poco de vos.—ahora JiMin era el que quería llorar.

—Yo..agh—golpeó la almohada.—Perdón por todo, enserio. Nunca fui una buena madre, tampoco voy a serlo por que sé que ya es muy tarde..—corrió sus mechones de pelo que le tapaban la mirada.—Tu..tu padre acaba de llamarme de nuevo para decirme que te llevara antes de que te vayas, el iba a encargarse de todo pero..

—Mamá que..

—Le dije que no—sonrió de lado.—se enojó bastante y me dijo muchas cosas pero no me importa, muchas veces te lastimé y no sabia como demostrarte cuando algo me molestaba entonces te mandaba con tu padre. Inconscientemente siempre que eras feliz te sacaba tu felicidad, ahora ya sos grande y no quiero hacerlo de nuevo.. perdón por todo, JiMin.

El rubio quedó desconcertado,nunca había escuchado aquellas palabras de su madre, tampoco creía que las escucharía. Pero después de años su madre pensó por lo menos un poco en el.

—Gracias, mamá.—le sonrió y la puerta principal sonó.—Oh, debe ser hobi hyung..

—Anda con él y espérame, quiero decirle algo.—dijo la señora Park, el joven asintió y salió de la habitación a abrir la puerta.

JiMin fue hacia la puerta, estaba confundido y con el entre cejo fruncido. ¿Su mamá?¿querer decirle algo que HoSeok? La primera vez que lo había visto no lo había tratado para nada bien, ni siquiera mostró interés por él. ¿Por qué ahora lo haría? Tenia miedo de lo que pudiera pasar, su madre podía decirle cualquier cosa.

Agarró la cerradura y metió la llave para abrir la puerta, una vez la destrabó abrió la madera encontrándose con su pelirrojo nocturno. Se veía muy bien vestido, una remera blanca un poco transparentosa y unos jeans azules, el pelirubio no se le lanzaba encima porque aún estaba en un estado de shock por mucha belleza.

—Hola bebé—dijo Hobi y de inmediato le robó un pico de labios a su novio pequeño.—¿Estas listo?, si tenes muchas cosas puedo ayudarte.

—Hola amor y no, solo una mochila con cosas pequeñas. Puedo llevarla —sonrió y se hizo a un lado para que su novio pasara.— Mi mamá, mhm.. quiere decirte algo. —cerró la puerta de nuevo y se dirigió a su novio el cual estaba parado en el medio del lugar.

—¿Decirme algo?—preguntó HoSeok con el ceño fruncido y el menor asintió sonrojado.— ay, tengo miedo—rió.—la primera vez que la vi no fue de la mejor manera.

—Ya se, pero me dijo que la esperaras porq—no pudo terminar de hablar porque una mujer apareció en el pasillo del lugar, se acercó hasta los novios y hizo una reverencia.—H-hola ma.

La señora Park se había arreglado un poco, tenía una blusa color crema y una pollera larga del mismo, su pelo ya estaba arreglado y tenía un rodete más arreglado.

—Hola, yo..perdón HoSeok por lo de la vez pasada, fui una desubicada enserio lo lamento.—la pelirubia hizo una reverencia de nuevo.

—Oh..no se preocupe señora Park, todos aveces estamos de mal humor y capaz usted también lo estaba. No se preocupe, va a quedar en el olvido.—rió el pelirrojo y JiMin sonrió de lado.

—De igual forma, lo lamento. —la señora miró a su hijo y volvió la vista al pelirrojo.—cuida bien de él, préstale mucha atención, yo no pude hacerlo.—sonrió con pena y bajó la mirada.—Suerte a los dos, son jóvenes y van a lograr todo lo que se propongan.

—Gracias mamá..

—Gracias señora Park.— HoSeok le agarró la mano al menor y lo miró.—Es hora de irnos, agarra tu mochila y vamos. ¿Si JiMinie?—el nombrado asintió y agarro la mochila.

—Adiós hijo.—la mujer saludó, los novios ya estaban en la puerta pero JiMin no pudo contenerse y en pasos rápidos abrazó a su madre como nunca, le demostró el amor de una manera tan linda que nunca había hecho.

—Te amo, ma. Cuídate y si necesitas algo llámame, por favor.

—Tranquilo, estaré bien.—la mujer se alejó y le sonrió por última vez.— Te quiero, hijo.

—Yo también ma. —y sin más el menor se alejó, cerrando la puerta de su hogar.

Su hogar, el cual había vivido desde que había nacido, miles de recuerdos hermosos mientras jugaba en su patio como miles horribles de noches tormentosas donde sus padres discutían y se tiraban cosas tras palabras realmente hirientes y horribles. Se escaparía de allí, de aquel infierno que en algún momento se sintió como el cielo.

—Gracias por sacarme, hobi hyung.—le dijo y besó su mejilla.

Tras eso se subieron al taxi y desaparecieron de aquel lugar.

Nights with you ⤚ HopeMinWhere stories live. Discover now