APENAS TE DAS CUENTA [Maylor] 🥀 terminada

Heridas y cortadas

Al llegar el día Lunes, Brian se dirigió a la casa de Roger, esa vez con su auto ya que la última vez no había podido llevarlo porque le estaban arreglando las llantas, pero finalmente podía conducir.

   La casa de Roger no estaba tan lejos de la suya, por lo que estaba seguro de ser el primero en llegar a el ensayo.

   Estacionó su auto cerca de la casa y bajó para tocar el timbre. Después de unos segundos Roger abrió la puerta, pero su aspecto le rompió el corazón a Brian.

   —Oh, Brian —dijo el chico sorprendido—. Llegaste temprano.

   —Roger, ¿quien te hizo eso? —preguntó Brian. El rostro de Roger tenía una cortada en su mejilla y varios moretones.

   Roger se tapó la herida que tenía y no le dio importancia.

   —Ah, nadie, no es nada —Brian lo miró con lastima y tristeza.

   —Roger, dime quiénes fueron —insistió acercándose al chico y posando una mano en su mejilla para poder observar su rostro mejor.

   —Ya te dije que no es nada —le contestó un poco molesto. Brian acercó más su rostro al de su compañero y acarició la herida que tenía en su mejilla con delicadeza para no lastimarlo.

   —¿Te duele? —el corazón de Roger se aceleró y Brian notaba cómo sus mejillas adquirían un color rojizo al mantener su mirada fija en ellas.

   —Aléjate, Brian —pidió Roger mirando hacia otro lado y posando sus manos sobre las del mayor para tratar  apartarlas de él.

   —Pero me preocupo, Roger. ¿Qué más te hicieron? ¿Te asaltaron?

   —¡Te dije que te alejes! —Roger apartó las manos de Brian con agresividad—. ¡No necesito tu lastima, sé cuidarme solo! —exclamó enojado.

   —¡Roger, dime ahora que te paso o si no...!

   —¡¿O si no qué?!

   Brian suspiró.

   —O si no ya nunca más me preocuparé por ti —respondió. Entonces la mirada de Roger cambió.

   —Ya te dije que sé cuidarme solo, y no  necesito que te preocupes por mí —respondió cruzando los brazos y dándose vuelta para evitar los ojos de Brian.

Brian no quiso insistir más, aunque lo que más quería en ese momento era saber quien le había hecho eso y darle su merecido.

¡Pip, Pip!

Roger y Brian voltearon y vieron que John y Freddie acababan de llegar en su auto.

—¿Qué está pasando aquí? ¿Una discusión de pareja? —dijo Freddie llevándose el cigarrillo a la boca.

John bajó del coche y se junto con sus amigos.

—¡Oh,Dios mío, Roger, ¿Que te...? —Brian interrumpió a John haciéndole un ademán para indicarle que no hablara de el aspecto de Roger en ese momento.

—¿Vamos a ensayar o qué? —Freddie entró a la casa sin permiso y los demás lo siguieron.

Bajaron al sótano y cada uno sacó sus cosas para empezar a tocar.

—¿Qué tocaremos hoy? —preguntó Freddie mientras conectaba el micrófono al amplificador.

—Creo que ya es hora de que toquemos una canción de Roger, ¿no lo creen? —dijo John por lastima al aspecto de su amigo.