70

62 21 6
                                    

Me subieron a la parte trasera del vehículo, con las manos en mi espalda, y quedé rodeado por las tres personas. Permanecimos sin pronunciar palabra alguna durante gran parte del trayecto, lo cual me llevó a pensar demasiadas cosas. Esto era por lo que había decidido crearme este cuerpo, debí recordármelo. Esto era lo que quería.

Pero, ¿lo era realmente?

Había empezado mi viaje con una meta clara: encontrar la manera de morir sin causar más problemas. Estaba cansado, y quería una forma para escapar de aquello.

El problema era que ya no me sentía de dicha manera. Un par de horas fueron necesarias únicamente para entender que tenía mucho por conocer y aprender todavía.

No obstante, ya era tarde para volver atrás.

Cómo morir y no iniciar una guerra en el intentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora