𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑷𝒂𝒓𝒌 𝑱𝒊𝒏𝒀𝒐𝒖𝒏𝒈「𝑱𝑱𝑷」

#𝟏𝟑: 𝐃𝐞𝐜𝐢𝐦𝐨𝐭𝐞𝐫𝐜𝐞𝐫𝐚 𝐍𝐨𝐭𝐚

Era miércoles, JinYoung se encontraba almorzando, como siempre, en una mesa completamente sola para él, o eso creyó hasta que JaeBeom se sento frente a él.

No lo miraba y comía en silencio, solo le prestaba atención a su comida, en cambio JinYoung, estaba torpemente enamorado viéndolo comer, hasta que se le pasó por la mente que podía asustarlo, y prefirió imitarlo y solo prestarle atención a su comida.

–Tienes la cara sucia. –Dijo JaeBeom sin mirarlo, terminando de comer para irse de ahí.

¿Que fue eso?

¿Acaso... JaeBeom le habló?

JinYoung ignoro por completo sus palabras solo pasando su lengua por sus abultados labios, emocionado saco su diario de su mochila y comenzó a escribir.

“JaeBeom me habló, solo fue para decirme que tenía la cara sucia, pero si sabía que tenía la cara sucia, es porque me estaba viendo.

AHHHH.

La verdad, ahora que lo recuerdo, no es primera vez que me habla, anteriormente me habló para preguntame si estaba bien, esa vez en el salón de ciencias, fue un día muy loco.

Soy Park JinYoung, y... Rayos JaeBeom me vio con la cara sucia. ”

Término de escribir JinYoung, avergonzado guardo su diario y empezó a limpiar su cara para terminar de comer.

–JIIINYOOUUUNG-AHHH. –Se escucho a lo lejos alguien gritando su nombre, que a paso rápido se acercaba para lanzarse a su espalda y abrazar esta.

–¿Que sucede, Jack? –Pregunto JinYoung, algo asustado por la repentina presencia de su amigo.

–A la salida Markie y yo iremos por helado, ¿Vienes? –Pregunto con una sonrisa.

–Claro porque no. –Respondió para levantarse de su lugar, tomando sus cosas y haciendo que Jackson lo soltara en el acto.

–Bien, nos vemos en la salida. –Dijo por último, para luego irse por donde vino.

_______

JinYoung

Ya habían terminado las clases, estaba afuera junto la puerta principal esperando por Mark y Jackson, cuando sentí alguien abrazarme por la espalda, protectoramente, pensé que era Jackson, pero esta persona era más grande que él, y Jackson siempre llega a mi gritando mi nombre.

Estaba apuntó de alejarme del chico que no sabía quien era, hasta que sentí como caía algo sobre él, ahí fue cuando me apego más a su cuerpo, haciéndome agachar un poco, cubriendo también mi cabeza.

Pude ver como un montón de libros caían al suelo, obviamente eran para mi, pero este chico quiso evitarlo, ¿Sera el supuesto «J»?

No me di cuenta cuando el chico ya me había soltado, Mark y Jackson estaban frente a mi viendo sorprendidos, también habían unos cuantos alumnos grabando y otros murmurando cosas, no entendí el porque de sus reacciones, hasta que voltee a ver quien fue el chico que se sacrificó por mi.

Quede boquiabierto al ver a JaeBeom sobando su espalda adolorido por el montón de libros que cayeron sobre él.

Si, Lim JaeBeom, el mismo Lim JaeBeom que se roba cada uno de mis suspiros, el mismo Lim JaeBeom que hace latir mi corazón de una forma anormal y preocupante.

–¡Oh por Dios! ¡¿Estas bien?! ¡¿Porque hiciste eso?! –Pregunte algo preocupado.

–¿Y permitir que tu frágil cuerpo soportará todos esos libros? Claro que no. –Respondió con una sonrisa ladina.

–Esos libros iban para mi, no era necesario que te interpusieras. –Lo regañe sutilmente.

–No iban para ti, iban para quien estuviera al alcancé de la azotea, iban para cualquiera que se hubiera quedado parado donde pudieran arrojar lo que se les de la gana, y ese fui yo. –Dijo JaeBeom alzando sus hombros, restándole importancia, pero a mi me importaba, y mucho. –Para la próxima espera a tus amigos donde no te puedan hacer daño. –Dijo dando unos pasos para irse.

–¡Espera! –Grite y JaeBeom se detuvo, mirándome. –Tu prácticamente me salvaste dos veces, dejame agradecerte comprandote un helado, no es mucho, pero es lo que puedo darte, si esque quieres... –Ofrecí nervioso jugando con los dedos de mis manos.

JaeBeom sonrió, con esa maldita sonrisa perfecta. –Esta bien. –Aceptó y sonreí con un leve sonrojo.

Mark y Jackson me miraban sorprendidos por la propuesta que le hice a JaeBeom, mi héroe sin capa.

Jackson me dio un par de codazos mientras me guiñaba el ojo, yo solamente reí y comenzamos a caminar hacia una heladería cercana.