Nerd or Bad

1.8K 93 65
                                    

Narra Tn.

Platicaba con mi compañero Michael, estábamos saliendo de la universidad. Él siempre me ha gustado pero lo trato mal para poder hablarle, es como un tipo de estrategia. Él es de esos típicos nerds, pero uno muy guapo a decir verdad.

Iba llendo de camino a mi hogar, estaba muy cansada por las agotadoras clases de química.

Ya me faltaban dos cuadras para llegar a mi tan esperado destino, voltee hacía atrás, pues sentía que alguien me venía siguiendo, por suerte solo era un gato. Suspiré aliviada.

Por fin había llegado, me sentía a salvo. Decidí dirigirme a la cocina y prepararme algo para comer.

Terminé de almorzar y fui mi habitación. Quería descansar un rato antes de empezar a hacer mi tarea. Me quedé dormida.

...

Desperté de golpe, pues el ruido de algo cayéndose me despertó. Miré hacia todos lados, nadie estaba ahí, supuse que algo se había caído por el viento o algo parecido.

Me propuse a dormir otro rato más, hasta que de un momento a otro sentí como todo se volvía negro, traté de luchar pero era imposible, me desmayé a los pocos segundos.

...

Desperté nuevamente, no sé exactamente dónde me encontraba. Intenté moverme, no podía, pues mis manos se encontraban atadas al respaldo de una hermosa cama.

Estaba desesperada. No pude safarme de aquellas cuerdas. Luego se escuchó la puerta de la habitación abriéndose.

Entró un hombre alto, moreno, con rizos preciosos, unos ojos cafés tan penetrantes, con un traje negro de corbata, por un momento me desvíe en su atractivo.

Después reaccioné. ¡Era Michael!

No puedo creer que pensaría ésto en estas circunstancias, pero vaya, se veía tan jodidamente sexy en ese traje.

Visualizé sus manos, en ellas había un látigo. Lo que me pareció extraño, supuse que él me había traído aquí. ¿Pero, por qué?

Muchas preguntas pasaban por mi cabeza. Él dejó el látigo a un lado.

-No sabes cuántas ganas te tengo, Tn. Decía con una voz ronca y sensual que jamás había escuchado.

Tengo que escapar de aquí, pensaba en lo más profundo de mis pensamientos.

-¡Estás loco, Jackson! Le exclamé con furia.

—Loco por ti, preciosa —sonrió pícaro—. Voy a hacerte mía para no verte con nadie más. En un movimiento comenzó a desnudarse.

Quedó totalmente desnudo, veía su gran erección. Estaba roja cómo un tomate, nunca pensé ésto de él, y yo creyendo su mentira de que es tímido.

Se acercó a mí, pensé lo peor. Subió a la cama, deshaciéndose de mis prendas entre besos y caricias suaves, lo que provocaba que saliera una llama de mi interior. Aún no hallaba la manera de escapar, aunque creo que eso ya no será necesario.

Ambos quedamos desnudos. Se acercó a mis pechos, sin piedad sus labios de apoderaron de ellos, los lamía y succionaba continuamente, yo sólo miraba hacia otro lado tratando de no gemir, sintiendo arder mis mejillas.

Él me miró sonriendo y mordió levemente la punta de uno de mis pezones, lo que me dió una sensación muy placentera.

-Mmm... Gemí curveando mis cejas.

Bajó su lengua por mi abdomen. Después se alejó de ahí, para posteriormente acercar su mano a mi feminidad.

Comenzó a estimular mi clítoris, daba pequeños golpecitos a este. Movía mis caderas inconscientemente mientras mordía mi labio para no gemir. Él bajaba la velocidad de su dedo haciendo que me quedara a medias, con ese placer adentro.

-Si quieres más pídemelo, nena. Me miró divertido, por su mirada sabía lo que quería.

Yo solo bufé y voltee hacía otro lado.

-Bien, si no quieres más... Estaba a punto de retirar sus dedos de mi sexo.

-Dame más, Michael. Le pedí mirándolo a los ojos. Él sonrió, su sonrisa es preciosa.

-Cómo digas, princesa. Movió su dedo aún más rápido que antes por mi clítoris.

-Mmmm... Movía mis caderas sin parar, me hacía sentir tan bien.

Lo que me pasaba era algo inexplicable, sentía una corriente por todo mi cuerpo, algo estaba aumentando ¿Cómo sería cuando lo tuviera dentro?

-Michael...- inhalé-. Follame. Dije en una voz casi inaudible.

-¿Qué?- preguntó alejando sus manos de mi centro- Lo siento, no te escuché preciosa. ¿Qué dijiste? Sonrió pervertido, sabía que me había escuchado, sólo quería que lo repitiera una vez más.

-Follame Michael, por favor. Le rogué con una carita tierna. ¡¿Por dios, qué estoy haciendo?!

-Sabía que me lo pedirías, preciosa. Respondió con el mismo tono.

Tomó su miembro y lo metió lentamente por mi entrada, la lubricación ayudaba.

-Aaahh... Jadeé del dolor.

-¿Te lastime, nena? Me cuestionó preocupado.

Aunque quisiera aparentar ser rudo y malo era muy tierno y lindo, era tan bonito.

-Es que soy virgen. Le dije algo avergonzada.

-Me hubieras dicho desde un principio, preciosa- me miró—. Lo voy a hacer lento ¿Okey?

-Está bien. Asentí.

Se acomodó encima mío y comenzó a introducir su pene lentamente.

-¡Aaahh! Gritaba del dolor.

Se introdujo en mí unas cuántas veces más, para después pasar ese dolor a placer, haciendo que moviera mis caderas hacia Michael. Él al ver que ya no me dolía empezó a subir la velocidad de sus embestidas.

-M-más Michael...ahh...m-más!... Le pedía entre gemidos.

-Cómo tú digas, princesa.

Subió la velocidad, estaba que me moría del placer. Sus embestidas eran tan fuertes que la cama lograba moverse un poco.

-Mmm...me encantas, nena. Decía mientras besaba mi cuello.

Se separó de mi cuello. Observaba su cara un poco roja que comenzaba a sudar, se veía muy sexy.

Pronto sentí cómo paró sus embestidas, sacó su miembro de mi coño. Abrí los ojos, él estaba retirando las cuerdas que me ataban las manos y me retenían firme.

Al retirarlas cambié de posición y quedé encima de él. Besé su pecho descubierto, bajé mis caricias hasta su abdomen un tanto marcado. Vi cómo me contemplaba sonriendo.

Pasé a su amigo, él estaba realmente ancioso por lo que vendría. Besé su miembro, observé cómo cerraba sus ojos con gusto, lo estaba gozando. Comencé a lamerlo lentamente, se veía tan guapo gimiendo.

-Mmmm.... Soltó un gemido mientras hechaba su cabeza hacia atrás.

Lo tomé entré mis manos y lo metí a mi boca, chupaba con rapidez haciendo que disfrutara.

-Aaahh...n-nena...sigue...mmm. Movía sus caderas.

Lo succioné levemente.

-Ooh! N-nena ¿Dónde aprendiste a hacer eso? Me preguntaba gimiendo.

-Mmm...no lo sé. Seguía jugando con su amigo.

Él me separó de su miembro. Me subió y dirigió su Jacksonconda a mi entrada. Me movía encima de él. Sentí cómo mi clímax se acercaba.

-Michael...ahh...me corro.

-Y-yo también, nena.

Nos corrimos juntos. Sacó su miembro de mí y me acomodó a su lado. Nos tapamos con las sábanas.

-Eres muy bueno en la cama, Jackson. Acaricié su pecho desnudo.

-Para ser tú primera vez, estuviste asombrosa. Me dio a conocer.

-Te amo. Le confesé entre una risa.

-Yo más, nena. Besó mi frente.
...

Imaginas: Imagina Con Michael Jackson [#1]Where stories live. Discover now