Capítulo 54

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Narra Aradia:

-Venga, Al. Eres muy lento.- dije caminando delante de él.

-No soy lento. Eres tú la que va como una bala.- rió mirándome.

-Es que tengo muchas ganas de llevarte allí.- salté emocionada.

-¿Y se puede saber que sitio es ese, querida?

-Lo sabrás cuando lo veas.

Había conseguido convencer al ciervo de venir conmigo a cierto lugar. El muy idiota negó al principio pensando que le llevaría a algún local/prostíbulo. Ya me toma por Angel.

Pero lo que importa es que conseguí convencerle. Me encanta usar mis ojos para ello, caen tan fácil.

Observé el lugar, ya estábamos cerca.

-Es por aquí.- nos adentramos en un bosque. Alastor caminó a mi lado pensativo.

-Este bosque... ¿No es el mismo al que huiste?

-¿Lo recuerdas? Si, es este. Como veras no vine aquí por casualidad. Este sitio es más importante para mi de lo que puedes pensar.

A medida que avanzamos Alastor observaba más todo.

-¿Ocurre algo?- me paré frente a él.

-No. Es solo... Este bosque me recuerda mucho al que íbamos a entrenar y a cazar.- comentó.

-Ya lo se. Quería que se pareciera.

-¿Lo hiciste tú?- me miró sorprendido.

-Lo vi y me gustó. Así que, decidí recrear el nuestro.- aparté unas zarzas con la mano dejando que Alastor pasara primero.

Entonces lo vio. Se quedó parado sin decir palabra.

-Es igualito ¿Verdad?- le tomé de la mano para acercarnos al lugar-. Este no hizo falta ni cambiarlo. Ya se veía así.

Nos sentamos frente al enorme lago admirando el paisaje.

-Ahora entiendo porque es tu lugar favorito. Cuando estas molesta ¿Vienes aquí?

-A veces. Otras hago genocidios.

-No esta mal el sitio. Es bastante tranquilo.

Nos quedamos allí la mayoría de la tarde. Simplemente hablábamos sin ninguna interrupción.

-Me gustaría preguntarte algo.- me miró.

-Adelante. Dispara.

-El limbo... ¿Cómo es estar allí?

Suspire. De todas las cosas tenía que preguntar eso.

Coloqué mi brazo sobre mi pierna pensando en como responder.

-Ya te lo dije una vez. Era la nada. Cuando estas allí, no eres capaz de diferenciar el paso del tiempo. Es como estar dormido siendo consciente de que no puedes despertar. Uno de los peores destinos. Es una prisión para almas que no pueden subir al cielo pero tampoco pueden condenarse al infierno. No sabes cuanto me alegro de haber salido de allí.

-Aún tengo curiosidad ¿Cómo fueron tus primero días aquí? Esos son unos que nunca se olvidan.

-Mis primeros días....¿Prefieres la versión larga o corta?

-Prefiero saberlo en detalle.- se tumbó en la hierba mientras me miraba expectante.

-Bien, te lo contaré.

Narrador omnisciente:

Flashback

Tumbada en la nada, allí se encontraba ella. Sumida en sus recuerdos incapaz de soñar.

Todo por ti (Alastor y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora