La Maldición Riddle [El Dueño Del Espejo #2] (DRACO MALFOY) - AUTORA ORIGINAL

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El ambiente dentro de la mansión Malfoy siempre era frío. Los colores grises, negros y verdes en conjunto al silencio del lugar empeoraban constantemente la situación de soledad; sin embargo a Evangeline le gustaba cada pequeño rincón del hogar de Draco, el estilo gótico y la extensión del terreno le recordaban enormemente a la casa que siempre soñó tener junto a su hermano; Tom le prometió a la niña que vivirían en una mansión y que la comida que el mismo le mandaría a hacer no se compararía con la mejor comida dentro del orfanato después de dos semanas de castigo.

Tom Marvolo Riddle; su querido hermano.

Sentía en ella el latido de su hermano en una extraña armonía que por segundos pensó estar envuelta en sus brazos, disfrutar su olor entrando a sus pulmones y sentir el calor que solo ella podía descubrir. Tom prometió regresar y Evany confiaba en él ciegamente.

-¿Que estuviste haciendo hoy, mi niño?- La voz de Cissy, la madre de Draco, era uno de los pocos placeres que Evangeline escondía a su amo. Una voz maternal era de las muchas cosas que más deseaba en el mundo. Nunca conoció a su madre ni a su padre...más bien jamás conoció a alguien de su familia salvo a Tom por lo que en secreto solía imaginar que los regaños, cariños, besos, abrazos, caricias que la señora Malfoy hacia a su hijo en realidad eran para ella.

-Salí a respirar aire fresco- respondió de manera monótona mientras comía otro pedazo de estofado.

-En vez de perder el tiempo deberías estudiar- Por otra parte, Lucius Malfoy causaba en la pelirroja un miedo indescriptible. Pasar las vacaciones escondida en el bolso de Draco, en la cajonera de su mueble o debajo de la cama trae ventajas como imaginar sentirse amada por una madre o...- Debería darte vergüenza que esa sangre sucia Granger te supere en calificaciones- desventajas como recibir los regaños frívolos y arrogantes de su padre. Claro, aquellos regaños eran para su querido amo sin embargo ella lo adoraba tanto que le dolía igual o más que a él mismo.

-Lucius- La cariñosa madre al rescate.

-Tiene razón madre- interrumpió el rubio con un tono de indiferencia que incluso a la chica escondida dentro del espejo le sorprendió- Estudió lo suficiente. Desafortunadamente también me gusta relajarme y eso es lo que hago cada que decido salir de la mansión-

Era extraño que Draco llevará a Evangeline dentro de sus ropas cuando se juntaba con su familia; siempre la escondía en su cuarto antes de cenar o le ordenaba con serenidad ir a algún otro lugar siempre y cuando no fuera ese. Evany no dudo de su amo por las extrañas actitudes que de vez en cuando mostraba y el motivo se evidenciaba en ese momento; no soportaba el ambiente tenso entre todos ellos, en especial entre su amo y Lucius.

-Este año lo harás mejor cariño- Cissy intentando tranquilizarlo. El Malfoy mayor bufo arrogante y Draco solo asintió.

-Este año será diferente- aseguró de forma automática, sonrió para sí mismo y con clase dejo sus cubiertos encima del plato - Terminé. ¿Puedo retirarme?-

-Por supuesto. Debes prepararte para mañana- correspondió con amabilidad su madre; estiró su brazo para alcanzar un plato pequeño donde el olor de calabaza se desprendía apenas era descubierto aquel aperitivo- No sé desde cuando te volviste fanático por el dulce de calabaza pero.. toma, tu postre-

-Gracias madre- el chico se propuso a hacer una pequeña reverencia, tomar el plato de las manos de su madre y darle un beso de despedida. Se giró para ver a su padre, mismo que asintió de manera cínica con la cabeza para así dar una autorización de dejar la mesa.

Apenas Draco llegó a su habitación la cerró con llave y saco el espejo de su saco. No había tenido la oportunidad de dejar a Evangeline cuando llegaron del bosque pues su padre lo intercepto en la entrada alegando que había llegado tarde para la cena (asunto que no le importo), fue regañado por segunda vez cuando Lucius se percató de la suciedad que su hijo tenía en la suela de sus zapatos y por ende había ensuciado el piso.