La Maldición Riddle [El Dueño Del Espejo #2] (DRACO MALFOY) - AUTORA ORIGINAL

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Su cuarto dentro de la mansión era gobernado por el silencio y la soledad. Miraba hacia enfrente como si de eso dependiera que el frío de la habitación desapareciera por completo o, por lo menos, no sintiera que algo le fue arrebatado desde lo más profundo de sus recuerdos; y así después de tanto tiempo que parecía eterno miro sus manos y observo como si aquello que un día le dio luz se colara entre sus dedos para escapar y no regresar jamás. Entró en pánico.

Decidió levantarse de la orilla de la cama y recorrer los ventanales de la habitación en busca de algo que no podía recordar. Se sentía abandonado, solo, miserable y el pecho le dolía. Un dolor que jamás había sentido, un dolor punzante que solo crecía aún más cuando intentaba recordar "eso" que buscaba con desesperación. Su cuerpo temblaba y se balanceaba como si la energía escapara por cada uno de sus poros. Sin poder más se dejó caer en el suelo y comenzó a jadear, su mandíbula apenas podía estar semi abierta para articular unas cuantas palabras que se perdían en un susurro...uno que ni siquiera él entendía.

Pero basto de una fuerza mayor para que aquel cuerpo en el suelo tambaleara aún más fuerte y encontrará un confort más seguro en tierra. Draco alzó la mirada agotado, desesperado y confundido, necesitaba encontrar a alguien ¿Pero a quién? ¿Por qué ese sentimiento de vacío? Se sentía totalmente perdido e indefenso por lo que decidió permanecer acostado sobre el suelo, sus ojos comenzaban a cerrarse hasta que unas pisadas se acercaban a su punto tranquilamente. De poco en poco lo que antes era borroso para él se iba acercando y volviendo más claro.

-¿Quién eres?- preguntó con todas las fuerzas que aún le quedaban.

El hombre frente a él se arrodilló y con la mirada penetrante sonrió de lado al ver al rubio tan indefenso y atónito. Malfoy espero unos segundos que parecieron una eternidad para que le contestará sin embargo nada salió de sus labios. Los párpados del rubio estabas ganándole a su fuerza de voluntad, pero aún se esforzaba por no ceder.

-¿Donde esta?- cambio su pregunta al notar que la primera no la respondería y, como si de alguna manera, supiera el paradero de aquello que estaba buscando con tanta desesperación.

El hombre frente él cerro los ojos y negó con la cabeza de manera burlona. Se levantó y le dio la espalda al rubio, unos cuantos pasos más se detuvo y sacó su varita de la túnica negra y pesada que traía sobre sus hombros.

-Muy lejos de ti- murmuró por fin la presencia. Volteo sobre su propio eje y con la varita apuntándole amenazadoramente sonrió aún con más ansiedad- y jamás volverá- y sin más un destello verde dirigiéndose a él lo hizo ceder.

Los ojos grises apenas pudieron distinguir el vagón del tren donde pasó todo el trayecto a Hogwarts. Frente a él se encontrabas sus compañeros regordetes aún dormidos, al parecer la sacudida de hace unos segundos no logro despertar el sueño tan pesado de los más glotones del grupo y esto a Draco no le sorprendió en lo más mínimo.

-¿Que tal estuvo su sueño, amo Draco?- la voz tan pacífica y suave de la pelirroja ocasionó que Malfoy la volteara a ver.

Él no dijo nada, se incorporó en su lugar y suspiró. Afortunadamente fue un sueño...un sueño que se sentía tan real. Aún podía sentir la soledad y la desesperación por encontrar algo tan lejano a él; y luego estaba ese hombre de cabello castaño y piel pálida que parecía disfrutar de su sufrimiento...que le aseguraba haberlo perdido todo.

-Amo Draco..- volvió a murmurar la pelirroja, esta vez más preocupada. Poso su mano sobre la de él y casi como si accionará un botón la reacción del rubio se volvió más tranquila.

-Estoy bien- aseguró más para él que para ella misma-tuve otro mal sueño-

Pero esto no tranquilizó a la pecosa. Aun así, sabiendo que a su amo no le gustaría hablar sobre ello en ese instante se resignó a asentir con la cabeza. Separó su mano de la de él poco convencida de su bienestar, sin embargo, Draco no le permitió que terminara dicha acción. A Evangeline esto la sorprendió por lo que clavo su mirada azul en la gris de su amo por segunda vez.