Stay Fearless (Camren)

Capítulo 22

-¿A dónde vas primero? -Pregunté mirando un punto incierto mientras Camila descansaba sobre mi pecho.

-Canadá. -Respondió después de un suspiro.

-No puedo esperar para ir a verte cuando regreses. -Di un beso en su cabeza.

-Algunos conciertos van a ser transmitidos en televisión... puedes verme ahí.

-No será lo mismo... pero no me lo perdería por nada del mundo.

-Te voy a extrañar mucho, cariño. -Se giró a verme.

-Cuando me extrañes puedes llamarme o... -Fingí pensar un momento. -Tengo algo para ti... -Me coloqué una camisa sobre mi cuerpo desnudo, caminé hasta uno de mis cajones y saqué una de las cosas más valiosas que tenía. -Ella es Nala. -Le mostré el peluche. -Ha estado conmigo desde que tengo memoria, mi abuela me la obsequió, quiero que vaya contigo a conocer el mundo... -Se la extendí y ella me miró sorprendida.

-Pero, Laur... ¿estás segura? -Estaba dudosa.

-Completamente, estoy segura de que nadie va a cuidarla mejor que tú. -Le guiñé un ojo.

-Eres increíble, Jauregui...

Camila se iba al día siguiente y realmente habíamos aprovechado todo ese tiempo juntas, casi se había mudado a mi departamento la última semana y todo había estado mejor de lo que podría haber pensado, sabía que la castaña era una persona muy desordenada pero siempre intentaba dejar las cosas en su lugar en la habitación, había veces en que parecía niña pequeña viendo caricaturas o comiendo chatarra, me impresionaba que tuviera ese cuerpo con la forma en que comía, parecía un barril sin fondo pero eso me encantaba, prefería eso a estar con una chica que siempre está pendiente de lo que come y no disfruta lo bueno de la vida.

Ella siempre me pedía que hablara acerca de cómo me sentía con respecto a mi lesión, y lejos de molestarme, me hacía sentir mejor, mi estado emocional le importaba y lo agradecía infinitamente, ella no tenía idea de lo bien que me estaba haciendo hablar de mis sentimientos en esos momentos, había llevado las cosas bastante bien y claro que me sentía mal y aún molesta conmigo misma, pero no me quedaba de otra que aceptarlo y lo estaba haciendo mucho antes de lo que esperaba, incluso mi psicóloga lo notó. Mis últimas lesiones habían sido devastadoras al grado de que no quería ver ni hablar con nadie y solo me habían mantenido unos meses fuera del ring, pero ahora tenía mi soporte; Camila.

A la mañana siguiente despertamos más temprano de lo que esperábamos, así que nos dio tiempo de ducharnos y tomar algo de comida antes de que llevara a Camila al aeropuerto. Una vez lista, me acerqué y la tomé de las manos...

-Cuídate mucho, ¿sí? -Pedí sintiendo como mis ojos empezaban a picar.

-Tú también, cariño. Por favor no dejes de ir con la psicóloga ni a tu fisioterapia... -Me miró suplicante.

-No te preocupes por eso, Camz... ya verás que cuando regreses estaré mucho mejor. -Le guiñé un ojo.

-Eso espero. -Suspiró y acto seguido se lanzó a mis brazos.

-Ve y roba el corazón de todos esos países. -Le di una sonrisa triste, sin embargo, también estaba feliz porque dejaría que hiciera lo que tanto ama.

-El único que me interesa robar es el tuyo.

-Ese ya lo tienes. -Le di un beso.

-Te amo, Lauren. -Me miró seriamente y estaba segura de que no mentía.

-Te amo, Camila. -Hice lo mismo.

Después de un abrazo que duró unos minutos, salimos rumbo al aeropuerto, el cual estaba lleno de gente, claro, la estaban esperando. Ella no podía evitarlo y se acercaba a sus fans para abrazarlos y tomarse fotos con ellos. Yo llevaba una de sus maletas y ella la otra, sin embargo, le quité la que traía para que pudiera moverse más fácil.