Stay Fearless (Camren)

Capítulo 33

-Mila, yo... -Dinah intentó decir una vez que la enfermera salió de la habitación, nos habíamos mantenido en silencio completo, salí de mi estado de shock y la corté.

-Salvaste mi vida. -La vi con los ojos llenos de lágrimas, no podía creer lo que la chica que había sido mi mejor amiga por tanto tiempo acababa de hacer.

-No es para tanto, yo solo... -Nuevamente hablé antes de que terminara.

-¿Por qué no me lo dijiste? -Estaba un tanto decepcionada.

-Porque vi que no querías que alguien de nosotros te donara su médula, así que preferí no decirlo, así no te preocupabas por mí, solo por mantenerte fuerte y recuperarte, yo estaré bien en unos días. -Le restó importancia, pero noté que sus ojos también se habían cristalizado.

-No sé qué hice para tener una amiga como tú. -Sonreí entre lágrimas.

-Eres mi mejor amiga de por vida, Chancho. No podía perderte antes de tiempo. -Se encogió de hombros, tomé su mano y le di un suave apretón.

-Te quiero, chinita y nunca terminaré de agradecerte lo que acabas de hacer por mí. -Di una media sonrisa.

-Si te vas a descansar, la deuda queda saldada ahora mismo. -Rió, estaba preocupada por mí, a final de cuentas acababa de pasar por un trasplante.

-De acuerdo. -Rodé los ojos. Presioné el botón nuevamente para que me ayudaran a ir a mi habitación, no tardó mucho en llegar la enfermera, antes de salir miré a mi mejor amiga. -Gracias, Dinah Jane, gracias por salvar mi vida. -Apreté su mano con algo de fuerza, ella sonrió con ternura y dejé que la mujer de blanco me sacara de ahí.

Para ser sincera, sí que me sentía mal, pero no iba a decirlo hasta que me dejaran ver a la rubia, así que, cuando James me miró dejé de fingir y estaba segura de que mi rostro lucía igual a cuando estaba ebria, estaba mareada y tenía nauseas, así como algo de dolor en mi abdomen.

-Dime qué sientes... -Pidió con voz severa una vez que me acostaron entre algunas enfermeras.

-Ganas de vomitar, la cabeza me da vueltas, me duele el estómago y la espalda baja. -Me quejé viendo hacía el techo.

-Bien, voy a sedarte y revisaré con detenimiento, te ayudará a calmar el dolor. -Empezó a preparar una jeringa y yo simplemente asentí, un minuto después todo se puso negro.

***

Abrí los ojos lentamente para que la luz no impactara de lleno directo en mis pupilas...

-¿Cómo estás, bonita? -Escuché la voz de Lauren e instintivamente sonreí levemente.

-Creo que bien, me hormiguea todo el cuerpo. -Hice una mueca. -Dinah... ella me dio su médula. -Sonreí de lado.

-Lo sé, la vi hace un momento, me lo acaba de decir. -La ojiverde tomó mi mano. -Tienes grandes amigas, Cabello. -Me guiñó un ojo.

-Y una novia increíble. -Por fin pude enfocar mi mirada en sus hermosos ojos verdes.

-Por favor, yo no hice nada. -Negó con una mueca.

-Basta. -Me puse un poco seria y ella frunció el ceño. -No quiero que repitas eso, tú me has cuidado todo este tiempo, dejaste tu trabajo por mí, sin siquiera saber si daría buenos resultados, tú hiciste más que cualquier otra persona y deja de quitarte méritos, por favor. -Había aumentado mi tono de voz considerablemente, ella simplemente agachó su cabeza.

-De acuerdo, lo siento. -Sus labios hicieron una línea recta. -Yo no... -Los toques en la puerta la hicieron callar.

-Adelante. -Aparté mi vista de ella para enfocarla en James quien entraba a la habitación con una tabla donde supuse que traía mi historial médico.