The forbidden [Niecest]

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Habían pasado unas horas, ni siquiera sabía cuántos, pero finalmente salieron los enfermeros y algunos doctores, así que MingJue se levantó apresurado, al mismo tiempo el responsable de HuaiSang se acercaba al Nie mayor.

—¿Eres el hermano del paciente Nie HuaiSang?

—Sí, ¿Cómo está? 

—Bueno.—El tono que tenía el doctor le daba una mala espina.—Logramos quitar la bala, pero está grave ya que perforó su torso, entró al estómago, tuvo una hemorragia interna, afortunadamente pudimos detenerla, pero perdió mucha sangre.

—¿Se recuperará? ¿Se despertará?

—Creemos que se despertará en un par de días... Al menos en una semana. 

Un suspiro salió de sus labios y asintió, agradeciendo por salvar al menos a su hermano, pero una semana sin ver esos hermosos ojos ni la sonrisa traviesa de HuaiSang era una tortura. Si tan sólo lo hubiera acompañado, eso no habría terminado de esa manera. 

Se frotó la cara con ambas manos, frustrado por la situación que le tocó vivir y se sentó de nuevo. Se sobresaltó al recibir un toque en su hombro y giró su vista hacia Wei Ying, que parecía estar cansado, pero con una leve sonrisa.

—¿Cómo está?

—No lo sé.—Respondió.—Pero dicen que despertará en unos días... No saben cuando... 

—Estará bien... 

—¿Y qué hay de tu tío?

—Me esperaba que no pudiera aceptar.—Confesó y apoyó su espalda en el respaldo.—Va a ser un poco difícil, dame un poco de tiempo ¿Va?

—Algo me dice que tiene que ver con GuangYao... Pero él estaba con nosotros. 

—No te mentiré... Yo también sospecho de él.—Soltó un suspiro.—No te preocupes, sabremos el porqué y te llamaré.

El mayor desvió su mirada hacia el otro hombre y asintió musitando un "gracias", Wei Ying hacia bien el papel como el mejor amigo de su pareja, confiaba en él a pesar de que fue el primer beso de HuaiSang. 

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—¡XiChen!—Exclamó GuangYao levantándose de la silla y se acercó hacia él, pero se detuvo al ver que la mujer lo acompañaba le miraba extraña.—Li... No sabía que venías.

—Bueno, soy su prometida.—Se encogió los hombros restando la importancia.

—Sí, es bienvenida.—Dijo con su usual sonrisa, pero Li no era tonta, notó la falsedad en ella. 

—¿Vas a ir al hospital a visitar a A-Sang?—Preguntó XiChen.

—Me encantaría, pero tengo que lidiar con los problemas, queremos investigar que sucedió para que permitieran entrar al sicario.

XiChen asintió comprendiendo los motivos, pero Li entrecerró los ojos, sospechaba de que GuangYao tenía que ver con el crimen, pero no iba a decir al respecto, tendrá que hablar con Lan Zhan que afortunadamente también pensaba lo mismo que ella. 

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Pasaron casi dos semanas y todo fue un desastre, Wei Ying siente que cada vez habían menos esperanzas de obtener información sobre el crimen, estaba a nada de jalar su cabello de desesperación. Había hablado con Li y según ella, no vio movimientos sospechosos de GuangYao, pero tampoco iba a bajar de guardia.