あ┊ Chapter 26.

9.6K 993 868
                                    

Nuestros caminos están destinados a encontrarse, Park Jimin. Quieras o no me tendrás a cada instante en tus pensamientos, seré la cicatriz que jamás sanará en tu cuerpo.❞

Jeongguk frunció el ceño sin quitarle los ojos de encima al chico, Seokjin en cambio tenía la mirada puesta en sus lastimadas muñecas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jeongguk frunció el ceño sin quitarle los ojos de encima al chico, Seokjin en cambio tenía la mirada puesta en sus lastimadas muñecas. Las cuerdas que el caníbal anteriormente le había puesto eran rasposas y en sus intentos por escapar se rasgaba la piel, sólo quería salir de aquel nauseabundo lugar.

—¿Qué te hace creer que yo te quiero cerca de Jimin?—Expresó el tatuado a la defensiva cubriendo a toda costa al rubio, no quería que ese tal Seokjin siquiera mirase al chiquillo.

—Puedo ser de gran ayuda, lo juro. —Se apresuró a responder el estudiante con temor y nerviosismo a ser rechazado, buscó con la mirada a Jimin pero Jeongguk volvió a taparle la vista una vez más. —Te lo suplico, n-no quiero ser atrapado de nuevo por Park.

Abraham seguía inmóvil en la zona aún apuntando fijamente a Seokjin, sintió pena por el adolescente con hematomas, tenía su misma edad al igual que Jimin.

—Ggukie, deja que Seokjin se quede. —Pidió Jimin asomándose para ver a su compañero, a Seokjin se le iluminaron los ojos cuando lo vió pero trató de disimular al notar la posesiva mirada del mercenario. —Él...trató de ayudarme la última vez.

—Mierda, Jimin. ¿Estás seguro de que es confiable?

Los ojitos del chiquillo rubio lo miraron con súplica, Jeongguk supo que estaba jodido cuando cedió ante el pedido. Ese chiquillo sería su debilidad y perdición pero no le importaba, nada lo hacía desde que derribó sus barreras con esa inocencia que destilaba.

—Deja que se quede, Gguk. Lo tendré vigilado.

—Bien. —Expresó el mercenario con brusquedad antes de dirigirse a Seokjin, lo tomó de la camiseta con fuerza. —Escúchame con atención, niño. Dejaré que te quedes con nosotros pero tan sólo un error me bastará para meterte un tiro por la cabeza. ¿Entiendes? No estás metiéndote con un simple matón, estás metiéndote con el peor.

—Está claro, muy claro. —Respondió el estudiante con rapidez, sus ojos miraban con temor y asombro al mercenario que tanto había admirado por los vídeos de la red oscura.

—Ggukie. —Le habló Jimin con timidez tomando su mano izquierda, Jeongguk aún tenía el agarre en la camiseta del estudiante con la otra mano. —Ven, Ggukie hyung. No quiero que te lastimes.

El tatuado casi reía por las palabras del chiquillo, ¿Lastimarse él? Probablemente Seokjin era por el que debía temer, su integridad física en cualquier momento sería destrozada.

—Una cosa más, Seokjin. Quiero que te quede claro que no me importa un carajo si alguna vez fuiste algo de Jimin. —Manifestó con la voz más grave de lo normal, la mano venosa de Jeongguk viajó de la camiseta hasta el cuello blanquecino de Seokjin apretando superficialmente. —Ahora me pertenece totalmente así que no se te ocurra posar tus asquerosos ojos de nuevo en él.

Deep Web あ GgukMin/Jimharem Where stories live. Discover now