Deep Web あ GgukMin/Jimharem

あ┊ Chapter 33.

❝ ¿Vas a confesar o tengo que sacarte la verdad a la antigua? Los métodos de tortura de la edad media son muy buenos, ¿No lo crees, Seokjin?❞

Todo empeoraba. Seokjin no supo como pero actualmente estaba sentado en una silla siendo cuestionado acerca del paradero de Park Jimin, todo fue tan rápido. Debió haber pensado que sería detenido tan pronto pusiera un pie cerca del lugar, fue su error. Hoseok estaba presente escuchando únicamente como el estudiante se negaba a hablar. ¿Qué tanto escondía? ¿En dónde tenía a su pequeño Jiminnie?

—Te lo preguntaré una vez más, Seokjin. ¿En dónde está Park Jimin? ¿En dónde están Jeongguk y su hermano?—Repitió Jisoo con dureza, la paciencia jamás fue una de sus virtudes y claramente con ese joven que sólo se reía mucho menos.

—No diré nada, ¿En dónde se encuentra un teléfono? Tengo derecho a una llamada, no puede negarme eso. —Expresó el azabache mirándole con desafío, sus aires de superioridad estaban al tope. —Estoy seguro de que ni siquiera le avisaron a mis padres, sigo siendo menor de edad.

—Es verdad, tienes derecho pero ni por todo el dinero que ofrezca tu familia vas a salir librado de esto.

Jisoo sonrió en grande cuando a Seokjin se le cayó la expresión arrogante que tenía, era fácil destrozar a alguien.

—Púdrete, bruja.

—Sé todo de ti, loquito. —La rubia se burla realizando énfasis en la última palabra, Seokjin la mira inexpresivo, seguramente pensando en matarla de mil maneras distintas. —Recibí tu historial médico que tanto se empeñó tu familia en ocultar, ¿Creíste que nadie se enteraría de tu locura?

—No puede hablarle así, oficial Jisoo.

La rubia le dedica una sombría mirada a su compañero de patrulla, él se encoge entre hombros pues le asusta lo terriblemente cruel que tiende a ser a veces.

—¿Por qué no?

—Tiene que mantener el respeto, no se burle de su condición mental, eso no está bien.

—¿A quién mierda le importa eso? Sólo estamos Hoseok, tú y yo aquí. —Aclara la oficial pasándose una mano de manera frenética por el cabello, Hoseok se siente cohibido por la escena que está presenciando.

—Y yo también, bruja. —Habló Seokjin desde la mesa moviendo sus manos con emoción a pesar de que ambas están esposadas, se ríe de manera histérica como normalmente lo hace mientras observa el enojo de la rubia.

—¿Lo ves? ¿Él si puede insultarme?

—Oficial Jisoo, usted empezó el interrogatorio con brusquedad.

Seokjin echa su cabeza para atrás riendo de manera histérica como normalmente lo hace, le encanta como el otro oficial le lleva la contraria.

—¡Deja de reírte ahora, Seokjin!—Le grita Hoseok con fastidio y pesadez, ¿Por qué accedió a ayudar a la oficial? Sólo debió quedarse en casa o simplemente él mismo buscar a Jimin.