あ┊ Chapter 32.

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Salvum me libera me. Sunt lacrimae meum sanguinem, habet mei spinæ et pessimus daemon, quod ad remum me.❞

Abraham niega frenéticamente asustado por Jimin, confía en él pero sabe que el amor propio del pequeño rubio desapareció en cuanto Jeongguk lo hizo desearlo como a nadie, lo hizo amarlo de una manera tan cruel, lo condenó a tenerlo siempre en sus ...

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Abraham niega frenéticamente asustado por Jimin, confía en él pero sabe que el amor propio del pequeño rubio desapareció en cuanto Jeongguk lo hizo desearlo como a nadie, lo hizo amarlo de una manera tan cruel, lo condenó a tenerlo siempre en sus pensamientos.

-Jimin...

-Escúchame, no te vayas. -Le pide el mercenario mostrando una actitud arrepentida que remueve algo en el interior del adolescente. En cambio, Abraham no le cree ni un poco.

-Minnie, sal de la casa, por favor.

-Abraham, lo siento.

El rubio le dedica una tajante mirada a Jeongguk e ignora sus palabras, sabe que quiere manipularlos. No sabe porque pero de inmediato logra descifrar las oscuras intenciones del mercenario, se da cuenta de lo obsesionado que está de Jimin.

-Jimin, hay que ir a casa, te llevaré a tu casa. -Suelta el chico con el arma temblando un poco entre sus manos, está asustado por la intensa manera en la que el azabache lo está matando en medio de miradas.

A Jimin se le iluminan los ojos cuando escucha al rubio, Jeongguk por primera vez después de tantos años está aterrado, sabe que nuevamente va a perder a alguien que ama.

Pero él no sabe amar. Sin embargo, cree que es así y nadie puede llevarle la contraria sin terminar con un disparo en el cuerpo. Ama a Jimin, Jimin le pertenece sin importar lo que digan los demás y sabe que es así, sabe lo mucho que ha influido en el adolescente pero al parecer no derribó su barrera emocional del todo.

-No me dejes, muñequito. -Suplica esta vez deseando dar un paso hacia al frente pero Abraham no se lo permite, no quiere que dejar que lo manipule a su antojo.

-No...vuelvas a llamarme así jamás.

-Me perteneces.

El rubio tiene que pellizcarse con fuerza el brazo para evitar la ansiedad que está a punto de tener, todo a causa de Jeongguk. ¿Por qué? ¿Por qué siente que va a morirse si lo deja? ¿Qué le pasa?

-¡Yo no te p-pertenezco! ¡A nadie le pertenezco!-Respondió derramando lágrimas amargas, el mercenario lo observa detalladamente. Su carita está hecha un desastre de llanto, puede ver su pequeña naricita de botón roja y eso causa una desesperación en él. Quiere tocarlo.

-Minnie, mierda, por favor. Déjame, y-yo...necesito estar contigo. -Logra formular entre pequeños balbuceos, ¿Por qué se siente peor? Muchísimo peor que cuando vió morir a su amada, cuando vió a su hermano matarla.

Todo se repite pero de distinta forma.

-¡Ya basta, Jeongguk! Jimin se viene conmigo, eres un bastardo. -Le grita Abraham con valentía, a estas circunstancias ya nada le importa más que devolver a Jimin a su hogar, incluso si él acaba en la cárcel o muerto. Quiere devolverle la poca paz que le queda a ese niño inocente, a ese niño vilmente corrompido por el diablo.

Deep Web あ GgukMin/Jimharem Where stories live. Discover now