Flowers in the Underworld 「Asheiji AU」

ృి҉۫۫❁ཻུ۪۪⸙͎λουλούδι πτώματος

Aslan aprieta involuntariamente la mandíbula cuando pasa saliva para así conservar su expresión neutra, sin embargo, el largo silencio de Eiji desgarra cada fibra de su juvenil corazón, hiriéndole rápidamente con su mudo rechazo. Se ha enamorado antes, sentimiento puro por el cual ha sido aceptado y despreciado a partes iguales, no obstante, está es, sinceramente, la primera vez que un amor unilateral le produce profundo dolor que se incrusta como filosas agujas en su órgano vital.

-Olvídalo, me golpeé la cabeza al caer, no volveré a hacer propuestas estúpidas- aclara, rompiendo todo contacto con las manos ajenas para luego pasar las propias por su rostro en un intento de ocultar su vergüenza. -Deméter debe estar buscándote, deberías volver con ella antes de que se vuelva loca y destruya medio Olimpo-

Su comentario finaliza con él volteándose para evitar el contacto visual con su igual, pero no por la obvia incomodidad de la situación, sino porque no desea ver la expresión de desagrado en el dulce rostro que tanto adora. Se siente como un imbécil por pensar que —siendo una deidad rodeada de muerte y penuria— podría tener una oportunidad con una importante deidad de la naturaleza, pero nadie puede culparlo por enamorarse del Dios de la Primavera, quién es el único dios que le ha demostrado cariño y comprensión sin la necesidad de obtener algo a cambio. Aquel es un gratificante sentimiento que Aslan quiere conservar por la eternidad, por esa razón prefiere romper ahora todos sus lazos con Eiji ya que sólo así evitará la agonía de ver a su amado comenzar a despreciarlo gradualmente hasta llegar al odio total e irreversible que conlleva la convivencia forzada de dos individuos incompatibles.

-Vete ya, chico girasol, Olimpo te espera- indica, señalando la escalera que conecta al piso superior. -Darás una mejor impresión si no mencionas tu estadía en el Inframundo y si alguien te pregunta porqué a veces estábamos juntos en Olimpo di que sólo fueron coincidencias, te irá mucho mejor si actúas como si no me conocieras-

Eiji siente una dolorosa presión en el pecho que aumenta con la frase final que abandona los labios de Aslan. Todas sus palabras son derivadas por un cruel malentendido debido a su inesperado silencio ante la propuesta hecha anteriormente, equivocación que va a aclarar antes de que el rubio continúe despreciando su propia existencia.

-Ash- llama con calma, provocando que el nombrado se encoja en su lugar. -Cuando nos encontramos por primera vez tú no tenías la necesidad de ser tan amable conmigo, pero decidiste llevarme a tu casa e incluso me ofreciste una forma de volver al reino superior sin siquiera conocerme- su voz se vuelve más suave a medida que reduce la distancia que los separa, finalmente colocándose frente a su acompañante. -Yo comencé a invadir tu territorio y en ningún momento te comportaste grosero conmigo, luego decidiste aceptarme y confiaste en mí, compartiste tu historia y me hiciste consciente del vacío y dolor que hay en tu corazón, lo que me hizo comprender que eres alguien herido oculto bajo una gruesa armadura, siempre tratando de guiar a otros a algo que sientes que no podrás obtener- sus brazos rodean el torso ajeno con delicadeza, proporcionándole un abrazo cargado de amor. -Ya no tienes que sufrir solo, quiero que estés orgulloso de quién eres y de todo lo que has logrado... Sé que tu pasado es difícil de superar y que aún habrán días en los cuales sentirás que no puedes seguir, pero, si me lo permites, quiero estar ahí, junto a ti, en las buenas y en las malas, incluso si algún día llegas a odiarme, yo seguiré velando por tu bienestar-

Los temblores musculares del Dios de los Muertos son cada vez más notorios, por ende, el joven floral retrocede un par de centímetros, sin romper el afectuoso gesto, para observar los jades que le devuelven la mirada, mismos orbes que expresan gratitud por aquellas palabras que necesitaba oír para aceptar una pequeña parte de su ser.