Capítulo 2

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4 de agosto del 2019:

Esta mañana desperté con una llamada de mi madre de felicitaciones, hablamos un rato y luego me puso a la abuela al teléfono, que estaba un poco sentimental al no tenerme allá, yo era la única alegría de ellas en este día, siempre se acordaban de mi padre y les gustaba mimarme el día de mi cumpleaños.

Cuando termino la llamada con mama y la abuela, recibo otra casi al momento de mi trabajo, me dieron el día libre completo por ser mi cumpleaños, así que ya sabía a donde quería ir, de cierta forma ahí sentiría que estaba compartiendo mi cumpleaños con mi padre.

Y bueno aquí estoy cumpliendo otro de mis sueños, estoy en la cafetería Arlintong Five, cafetería que frecuentaba mi padre cuando estudiaba en la universidad pública de Ottawa, o por lo menos eso decía en los diarios que mama me dio cuando fui lo suficientemente grande.

Desde que supe que mi padre venía a esta cafetería a leer, quise venir, una de las razones por las que aplique para una beca en la Universidad de Carleton.

Entro por la puerta y el olor a pan y dulces recién hechos me golpea junto al inconfundible aroma del café. Espero que haya jugos o agua porque no me gusta el café y muchos menos el té, sí, soy rara.

Rápidamente me agrada el lugar, y comprendo por qué a mi padre le gustaba tanto venir, este lugar trasmite buen ambiente. Creo que este será uno de los lugares que de vez en cuando frecuente mientras este en Canadá, me encanta su decoración: tienen una pared de ladrillos preciosas y las lucecitas que cuelgan del techo le dan un aire acogedor al local, y no hay que hablar de los pequeños estantes que hay con algunos libros, eso termina de darle el toque al local para que me enamore de inmediato. 

Me siento en una de las mesas y saco un libro, mis audífonos y mi teléfono para relajarme. Espero a que me atiendan y cuando lo hacen pido un sándwich de jamos y queso, clásico de la carta, junto a un jugo de naranja.
El pedido no se demora mucho en llegar, y mientras devoro mi sándwich y tomo del delicioso jugo, me siento completa el día de mi cumpleaños, porque siento que al venir a este lugar tengo una conexión con papá.
Me quedo ahí hasta las dos y media de la tarde. Al salir del local pido otro taxi, cosa que me duele mucho, y voy directo a mi casa, donde me comienzo a arreglar para el concierto, primeramente sola y luego con la incesante conversación de Érica sobre lo mal educados que son los hombres de hoy en día, y todo porque un chico no la llamo.
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Aquí estoy tres horas más tarde, finalmente estoy en el Estudio TD Place, lugar donde se hará el concierto de mi banda favorita, es el mejor de los cumpleaños, eso lo puedo asegurar.

El lugar esta abarrotado de personas, desde niñas de doce años hasta jóvenes de mi edad, incluso hay hombres y mujeres mayores que deben estar entrando a los treinta. Las personas cargan con carteles declarando su amor hacia un miembro de la banda o hacia todos, otros dicen cosas obscenas; muchos llevan bandas pegadas alrededor de la frente con fotos de la banda o con el logo y las iniciales, incluso hay algunos que llevan pullovers, y luego están los que son como yo que prefieren mostrar su amor gritando y dejándose la garganta durante el concierto.

Después de una larga fila para poder pasar dentro, busco mi asiento que está en la parte de abajo, en la sección del medio en uno de los asientos intermedios. Los boletos para este concierto me costaron bastante debido a la ubicación del asiento, que aunque no es en primera fila están cerca de escenario.

Pasa un vendedor y me ofrece palomitas y soda, las cuales tomo rápidamente junto a una botella de agua que necesitare posteriormente cuando se acabe el concierto.

En unos minutos me tomo gran parte de mi soda, y me entran unas muy fuertes ganas de ir al baño pero me da miedo perder el asiento y no puedo dejar las cosas aquí porque alguien las puede robar, así que decido hablar con mi cuerpo para que se calme un poco. El muy bonito me ignorar abiertamente así que tengo una batalla interna sobre qué hacer, por suerte llega una muchacha de mi edad con una niña pequeña, que debe ser la hermana y como parecen confiables me decido a pedirles el favor.

Tras bambalinas Where stories live. Discover now