Capitulo 5

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VISITA DISCIPLINARIA

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Cerca de allí había un corpulento y barbudo mago que llevaba en las manos una gran caja de cartón que emitía unos desagradables ruidos.

-¿Va todo bien, Arthur? -preguntó el mago saludando con la cabeza al señor Weasley.

-¿Qué llevas ahí, Bob? -inquirió éste mirando la caja.

-No estamos seguros -contestó el mago con seriedad-. Creíamos que se trataba de una gallina normal y corriente hasta que empezó a echar fuego por la boca. Yo diría que nos encontramos ante un caso grave de violación de la Prohibición de la Reproducción Experimenta.

Un ascensor apareció frente a ellos y entraron. Venus se movió hasta la pared del fondo, con Harry siguiéndola. Estaban apretados como en la cabina telefónica de arriba.

Pasaban algunos pisos y con ello, bajaban varios magos y brujas, hasta llegar a su piso.

—Segunda planta, Departamento de Seguridad Mágica, que incluye la Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia, el Cuartel General de aurores y los Servicios Administrativos del Wizengamot.

-¿Estamos bajo tierra? -preguntó Venus con curiosidad.

-Sí -confirmó el señor Weasley-. Esas ventanas están encantadas. El Servicio de Mantenimiento Mágico decide el tiempo que tenemos cada día. La última vez que los de ese servicio andaban detrás de un aumento de sueldo, tuvimos dos meses seguidos de huracanes... Por aquí.

Pasaron por lugares interesantes según Venus, viendo de reojo el departamento de Aurores.

-Buenos días, Weasley -lo saludó Kingsley con desgano cuando se acercaron a él-. Quiero hablar contigo, ¿tienes un momento?

-Si sólo es un momento, sí -contestó el señor Weasley-. Tengo mucha prisa.

Hablaban como si no se conocieran, y Venus entendió que debían permanecer los asuntos de la Orden en secreto. Aunque le parecía extraño verlos hablando de la manera mas fría que Venus ha escuchado.

Cruzaron por pasillos que parecían un laberinto, hasta que llegaron a la oficina del señor Weasley.

 «Uso Indebido de Artefactos Muggles.»

El lugar era demasiado pequeño, y dentro estaba todo apretujado y lleno de papeles. Ni siquiera había una ventana por ahí.

-No tenemos ventana -se disculpó el señor Weasley al mismo tiempo que se quitaba la cazadora y la colgaba del respaldo de su silla-. La hemos pedido, pero por lo visto no creen que la necesitemos. Umm -musitó observando el lugar- sólo hay una silla extra.

-Siéntate tu Harry, debes relajarte- dijo Venus.

Harry no alcanzo a decir nada ya que Venus lo habia tomado de las manos y lo dejo sentado en la silla mientras ella sonreía victoriosa.

Un anciano mago, encorvado y de aspecto tímido, que lucía un suave y sedoso cabello blanco, acababa de entrar en la habitación jadeando.

-¡Oh, Arthur! -exclamó desesperadamente sin mirar a Harry o Venus-. Por fin te encuentro, no sabía qué hacer, si esperarte aquí o no. He enviado una lechuza a tu casa, pero veo que no la has recibido. Hace diez minutos llegó un mensaje urgente...

-Ya sé, lo del inodoro regurgitante -comentó el señor Weasley.

-No, no, no. Es de la vista de ese chico, Potter. Han cambiado la hora y el lugar: empieza a las ocho en punto y se celebra abajo, en la vieja sala número diez del tribunal...

Venus y la orden del fénix [5]Where stories live. Discover now