DUDA

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Ya lo odiaban todos, hasta el sumo sacerdote, si peleaba tendrían razones para expulsarlo.

Xie Lian había puesto su confianza en él.

¿Como podría entonces desperdiciar la primera oportunidad que alguien le daba?

¿Como podría decepcionarlo después de que fue la única persona amable con él en todo este tiempo?

Solo le quedaba soportarlo y en algunas ocasiones defenderse con palabras.

Xie Lian había dicho que cuando buscaran pelea con él por tomar cerezas, solo respondiera que eran para su alteza. Tampoco quería arriesgarse a iniciar un alboroto, por lo que siempre que iba a recoger cerezas para llevarle a su madre, procuraba que fuera de noche, pero claro aun que lo hiciera, los demás se esforzaban por molestarlo y esperaban a que él saliera solo.

Aquella vez aún que solo salió a caminar, no fue la exepcion. Era de noche, una noche silenciosa y tranquila con el aire suave, cargado del aroma de las flores de cerezo que flotaba y se alborotaba con él.
Caminaba con calma entre los árboles que se alzaban a su alrededor. Atrapado dentro de su mente, la vista perdida en el cielo estrellado, mirando sus recuerdos.
Los repasaba una y otra vez tratando de encontrar la respuesta a un sentimiento que de alguna manera había aparecido, creciendo sin detenerse, al punto en el que era imposible ignorar su existencia.

Cuando por fin se había dado por vencido dejo salir un suspiro frustrado, su vista se topó nuevamente con sendero adornado por pequeñas flores caídas.

- Debo estar confundido. Es imposible... Menos por...

Se mordió el labio. Ni siquiera lo diría. No lo admitiría ni aun que fuera para el mismo.

"No puedo sentir tal cosa. ¡No hay forma! Además... Ambos somos hombres..."

El caso es que creía que sentía algo por alguien a quien había conocido hacía ya un tiempo, pero no sé  permitió cambiar la actitud frente a él, escondiendo este dolor que sentía cuando peleaban.

Tal vez solo estaba frustrado, porqué quería ser aceptado por las dos personas con las que más convivía actualmente y no parecía estar lograndolo.

Se sentía tan lejos de ellos.

Xie Lian siempre era considerado... Pero ¿Feng Xin?

¿Por qué no se llevaban bien?

¿Qué había ido mal en primer lugar?

Cabizbajo, al levantar la vista se encontró con un grupo de discípulos bloqueando su camino.

Rodó los ojos, y continuo caminando, pretendiendo rodearlos, solo para ser bloqueado nuevamente por uno de ellos.

"Aquí vamos otra vez."

Tenía tantas ganas de darles una paliza.
No les tenía miedo, pero pensarlo dos veces lo hacía detenerse. Iniciaría un escándalo aquí.

"No les des razones"

Respiro profundamente y habló con tono cortante.

- ¿Se podría saber cuál es el motivo de esto?

Uno de los discípulos dió un paso hacia adelante cruzando los brazos.

- Alguien de tu clase roba cosas muy seguido. Podría ser que en cualquier momento lo vuelvas a hacer.

Mu Qing suspiró nuevamente. Estaba tan irritado que su cabeza comenzaba a doler. Sin perder la compostura volvió a hablar con él tono más calmado que pudo fingir.

Odiarte Nunca Ha Sido FácilWhere stories live. Discover now