Aunque nos cueste |Terminada|

Capitulo 9: Pasado

—¿Qué? ¿No tuviste suficiente con lo del sofá?—Pregunté riendo.

—Nunca será suficiente de ti. —Respondió mientras reía y me plantaba un beso. —¿Pero qué dices?

—Digo que me encanta la idea. Pero debo avisarle a mi mamá, no quiero escuchar sus gritos otra vez. —Confesé riendo.

Me levanté de la mesa, agarré mi móvil y le llamé a mi mamá. Le di la excelente excusa de que ya había terminado el "trabajo" con Rebeca, pero que mi amiga me invitó a pasar la noche. Obviamente no le vió nada malo y me dió permiso, claro que si supiera la verdad seguramente me asesinaría.

Colgué con ella y por razones desconocidas el contacto de Vanessa se abrió. Me quedé mirando su foto y no pude evitar sentirme mal.

¿Como estaría? ¿Me habría olvidado? ¿Me extrañaría?

Suspiré frustrada mientras apagaba mi móvil.

—¿Y? ¿Qué dijo? ¿Eres mía esta noche?—Preguntó Verónica apareciendo por mi espalda.

—Soy tuya siempre. —Respondí forzando una sonrisa. —Pero si, si me dio permiso.

Verónica besó mi mejilla y volvimos a la mesa. Terminamos de comer y nos metimos un rato más a la piscina, pero luego de algunos minutos comenzó a oscurecer y nos salimos pues comenzaba a hacer frío.

Nos fuimos a bañar y recordé que para mi desgracia solo tenía el uniforme del colegio, el del entrenamiento y el cambio extra con el que me metí en la alberca, así que con toda la pena del mundo tuve que pedirle algo a Verónica prestado.

Ella no puso ninguna traba y me dijo que podía agarrar lo que quisiera, así que subí a su habitación y busqué algo que ponerme.

Buscaba entre la ropa y encontré una pijama que se veía bastante cómoda. La agarré sin pensarlo mucho pero al sacarla cayeron varias fotos al suelo.

Rápidamente las recogí. Miré en dirección a la puerta y al asegurarme de que Verónica no estuviera cerca me puse a ojear las fotos como buena chismosa.

Eran fotos de Verónica. No pude evitar sonreír al verlas. No eran fotos viejas pero tampoco parecían ser recientes ya que las facciones de Verónica se veían más juveniles, aparte de que en las fotos traía el cabello largo. Pasé las fotos y entre ellas veo a mi entrenadora de soccer.

Me estuvo muy raro que Itziar apareciera en las fotos, parecían ser muy cercanas. Incluso en algunas salen abrazadas y muy juntas. Iba a pasar a la siguiente foto cuando de pronto escucho los pasos de Verónica subir las escaleras, así que guarde todo lo más rápido que pude y cerré el cajón.

—¿Encontraste algo que usar?

—S...si.

—¿Estas bien?

—Si...Iré a ducharme.

Salí prácticamente corriendo de la habitación y me encerré en el baño. Me desvestí y me metí a duchar. Mientras dejaba que el agua recorriera mi cuerpo no podía evitar pensar en las fotos que minutos antes había visto.

¿De donde se conocen? ¿Son amigas?

Luego de unos quince minutos salí del baño. No veía a Verónica por ningún lado. Fui a su cuarto, a la cocina, a la sala y no la veía así que se me ocurrió ir a la terraza. Me asomé y efectivamente, allí estaba, sentada en uno de los sillones que tiene con su mirada está perdida en el cielo