Capitulo 15

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--¡Kaito...! --escucho un gritó a lo lejos que lograba llegar hasta su habitación y que por alguna razón lograba despertarlo, llevando casi por instinto una almohada a su cabeza para intentar disminuir un poco el ruido y continuar durmiendo --¡Ven a desayunar!

--¡Hoy no, Aoko! --volvio a escuchar otro gritó diferente pero mucho más cercano, haciendo que comenzará a molestarlo el exceso de ruido--¡Hoy desayunaré con mi madre, te veo en la escuela!

Después de aquel gritó; aquel silencio que reinaba anteriormente volvió a aparecer, dejando al ojiazul descansar en paz, más eso no duró mucho ya que un ojivioleta entro sin previo aviso a su habitación para comenzar a golpearlo con una almohada que el mismo llevaba.

--Kudo... Vamos ya despierta, tienes que desayunar --exclamo Kaito, todavia golpeando al ojiazul con una almohada --Se nos hará tarde y te juro que te mataré si eso pasa.

Shinichi con un poco de pereza, logro tomar al primer intento la almohada con la que le golpeaba el mago y arrebatársela de sus manos, para seguido de eso; levantarse aún soñoliento y mirarlo con una mirada asesina que logro erizar la piel del ojivioleta.

El ladrón fantasma al ver como este comenzaba poco a poco a levantarse de su cama sin quitarle los ojos de vista, casi por puro instinto comenzó a retroceder sin despegar ni un poco su mirada del detective.

--bu-buen-bueno Kudo --tartamudeaba Kuroba, quien solo miraba la puerta como algo maravilloso pero sin perder de vista los movimientos del detective-- t-te es-espe-ro all-a abajo

Dicho eso; Kaito salio corriendo lo más rápido posible del cuarto dejando solo al detective, quien solo soltó un suspiro de cansancio y comenzó a cambiarse la pijama que traía puesta por el nuevo uniforme formal que su madre había le conseguido.

Aquel uniforme le era bastante curioso al ojiazul; en vez del típico uniforme formal de color azul claro con una corbata verde que llevaba en su anterior instituto, este era de color negro y no llevaba corbata.

No quería admitirlo en voz alta pero le gustaba más aquel uniforme tipo marinero que el anterior; ya qué, aquella vestimenta le recordaba mucho cuando asistía a la secundaria y aún soñaba con ser el novio de su amiga de la infancia o cuando aun podía tener una vida normal.

Al poco tiempo; Shinichi había terminado de arreglarse y había bajado a la sala de estar a esperar su desayuno junto a Kaito, ambos aún no tenían una amistad como la de hace diez años, pero Shinichi aún quería y buscaba la forma de volver a tenerla.

--¿Sigues tocando el teclado? --pregunto curioso el ojiazul, rompiendo el silencio mientras miraba hacia otro lado para que el mago no viera su nerviosismo -- ¿O tocas ahora, algo más?

Kaito al principio solo lo miro sorprendido, aquella pregunta le había parecido un poco rápida y casi lanzada sin pensar, pero al ver el esfuerzo que hacía el detective por hacer un poco de plática no pudo evitar sonreír con calma y seguir con su intento de conversación.

--No suelo tocarlo tanto como antes --Declaro el ladrón fantasma, con un poco de apatía pero sin abandonar su típica sonrisa --pero aún así aún lo tocó... Veo que me conoces bastante bien ¿Tú tocas algún instrumento?

--violin --Fue lo único que consiguió decir, al ver la cara de su antiguo amigo, no lo quería aceptar pero aquella pequeña y típica sonrisa le gustaba mucho más de lo que él hubiera deseado --te recuerdo que ayer en la noche te lo comenté.

Este solo río nervioso y asintió mientras iba a sentarse a la mesa al ver el desayuno listo y a su madre sentarse en la mesa. Aquel desayuno según el ojiazul; fue bastante tranquilo, sin contar las bromas o uno que otro truco que hacía el mago para hacerlo más ameno.

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