Tú, yo... Nunca Jamás (SWANQUEEN)

Capítulo 16

DISCLAMER: ¡Estamos de vuelta! Ha sido un pequeño parón vacacional pero, si seguís por aquí, los próximos capítulos volverán a publicarse de forma continuada!!

Muchísimas gracias por el apoyo, los comentarios y las risas que me sacáis :) Espero que os guste este nuevo capítulo y ¡retomemos a nuestras chicas!

"Magia, Emma" responde paciente. "Eso que a veces es como lucecitas y que sirve para mover cosas y hacerlas desaparecer..." A pesar de la sencilla y clara explicación la sheriff sigue con cara de pasmo. "¿Vas a sacar el crucifijo que te dio tu padre de un momento a otro?"

Emma ignora la última pregunta. "¿Quieres enseñarme a manejar mi magia?"

"En el barco dijiste que querías aprender"

Lo dijo. Emma lo recuerda nítidamente. Como todo lo que ocurrió esa noche. Pero hay algo más detrás. "Y tú me mandaste a tomar por... Hogwarts, creo recordar"

"He cambiado de opinión"

"¿Por qué?"

"¿Y por qué no?" Regina responde a la defensiva y Emma echa mano de cuanto sabe de ella. Es mejor retirarse y tratar de ir tirando poco a poco de los hilos. Sin pausa pero sin prisa. Lo último que quiere es que la alcaldesa se eche atrás, retire su oferta de enseñarle y, encima, se quede sin saber el motivo de esa propuesta.

"¿Tiene algo que ver con eso que has olvidado comentar durante la reunión?"

"No me van los acertijos... " murmura entre dientes con pose indiferente. Emma busca sus manos, ignora su reticencia y las entrelaza con las suyas. Tuerce el rostro, interrogante, y mira directamente a los ojos color miel.

"Me refiero a Cora, Regina. ¿Esto es por tu madre?"

"¿Quieres o no?" repite lanzando un órdago que suena a ultimátum. Pero no se suelta de Emma y todo su lenguaje corporal está gritando que por favor acepte su propuesta.

Emma suspira apacible y dulce, perfecta para contrarrestar la trinchera que Regina trata de construir.

"Me muero de ganas. Y más si tú también quieres"

Regina tuerce el morro. Si Emma está aceptando su proposición, si las dos están de acuerdo, deberían dejar de darle vueltas de una vez. "¿Entonces...?"

"Dímelo tú. ¿Qué ocurre? ¿Es por Cora?"

"No." responde tomando aire con demasiada fuerza y chasqueando la lengua. Pero no suelta sus manos y termina regresando a los ojos de Emma. Claudica, cede, presagia molesta cómo su control se desmorona un poco. "Es por todo" suspira mordiéndose el labio y desmoronándose otro poquitín más "Necesitas magia, Emma. Necesito que la domines. Que nada pueda hacerte daño... No es sólo por mi madre. Tengo miedo de ella, claro que sí... Pero es por todo" Está rozando la súplica, pero los ojos azules le impiden desviarse y dejar de hablar. Y se abre a ella. En contra de su voluntad, sus ojos revelan todos sus miedos, seguidos de cerca por su boca, que también la traiciona. Incluso sus manos, que oprimen con más firmeza las de Emma, se chivan de todo lo que sacude su interior. "En menos de una semana han estado cerca de herirte varias veces... Sombras diabólicas, humanos con pistolas, sirenas..."

"Pero no me ha ocurrido nada, cariño, estoy bien y todo gracias a ti"

Regina ni siquiera dedica un segundo a saborear el apelativo cariñoso, ni repara en la dulce forma en que es pronunciado. Se limita a negar con la cabeza y seguir hablando a toda velocidad.

"No es suficiente..." murmura "¿Y si yo no soy suficiente?" Una pregunta que envuelve cada temor de Regina. Los ojos marrones van de pupila en pupila mientras lo que no se atreve a decir en voz alta resuena dolorosamente en su cabeza ¿Y si no puedo estar siempre? No, no puedo perderte... No quiero que nada malo te pueda ocurrir, no quiero... no puedo perderte, de verdad que no... Emma, estoy aterrorizada.