Amor Definitivo (Clhoenette)

Contraataque

Julio - Miercoles, quinta hora de clases después de el primer recreo. Merinette y sus amigas estaban embarradas de pegamento y brillantina.

Desde la practica de fútbol en E.F cambieron muchas cosas, entre ellas el grupo de Marinette eran acosadas por el grupo de las populares de su mismo salón, no importaba cuantas veces se quejaran con los profesores, auxiliares o eh incluso el mismo director, no podían hacer nada en contra de las chicas con mas dinero e influencia de toda la escuela.

Era molesto tener que soportarlo pero Marinette, Alya y Lila no podían hacer nada contra la engreída de Bourgeois y la antipática de Kurtzberg, pero tambien estaban las risas de Raincomprix y las miradas indiferentes de Lahiffe.

- ¡Ahg! ¿Por que es tan bizcoso este pegamento?- gruñia la futura periodista mientras trataba de limpiar su camiseta que tenia brillo por todos lados.

- Nose, ¿tal vez por que el profesor pidió de esta marca exactamente? - Lila era la mas calmanda de las tres y tambien la mas limpia.

El profesor de arte dio su permiso para que las tres amigas fueran a limpiarse luego de un "accidente" con el pegamento que casualmente pertenecía a Nathaly.Las ultimas semanas se habían complicado ya que cada día, las bromas aunmentaban. Tal vez por que las vacaciones de dos semanas estaban cerca.

- Disculpenme chicas por arrastrarlas a esto- hablo la azabache para luego soltar un largo suspiro mientras recargaba su espalda en la pared- esto es mi culpa por meterme en donde no debia-. Termino disculpándose pero en el fondo no se arrepentía.

- ¡Claro que no! No es tu culpa que esas perras sean como son.- replico Alya, ya mas limpia.

Las semanas mas calmadas eran con caídas, embarradas de ropa y siempre con bromas, nada graves pero aun así ocacionaba que las tres se volvieran el centro de las burlas.

- Esta vez Alya tiene razón Mari- dice Lila acercándose a ella para darle palmaditas en la espalda.

- ¿Esta vez?- Pregunto ofendida la de lentes, sin embargo no recibió respuesta.

La azabache le contó a sus amigas lo que había pasado en las duchas, el momento con chloe y esa simple pero significativa mirada que le lanzo, ellas la entendieron y aunque , todo empezaría el siguiente lunes por la mañana la peliazul seguía con el corazón acelerado al ver pasar a la rubia en las practicas de fútbol, aunque no se le daba bien muy bien, en ocacines daba un poco de risa pero nadie reía por que... bueno, era Chloe Bourgeois.

- Pero aun asi yo les di razon para que empezaran, aunque ... si solo fui yo, entonces ¿por que las molestan a ustesdes tambien?- la confunsion se reflejaba en sus ojos y sus amigas solo se miraron entre si antes de confezar.

-Yo me tropecé una vez con lahiffe y se le cayo su dinero - hablo Alya mirando de lado con un leve sonrojo.

-Y yo tuve un primer encuentro con Kurtzberg antes de mi primer día en la escuela -confezo Lila con las manos entrelazadas en su espalda y mirando a sus pies con una sonrisa boba en su rostro.

Marinette no entendia el comportamiento de sus amigas pero no le dio para mas y solo las abrazo. - Me alegra que estemos juntas en esto aunque no podamos hacer nada contra ellas- dijo luego de separarse.

- No te preocupes Mari, no dejaremos que se salgan con la suya.- animaba Alya

-Al menos no siempre - termino de decir Lila para que Marinette las mirara y supiera que sus amigas se traían algo entre manos

. . .

Faltaban solo unos minutos para que el timbre sonara y sus amigas aun no aparecían. Era claro que esas perras de Bourgeois y Kurtzberg no se quedarían de manos cruzadas si alguien se atrevia en hacer algo para molestarlas, pero... era muy raro que se centren mas en sus nuevas tres amigas que en su propio maquillaje y además por algo tan poco significativo como un pequeño susto en la cancha. Claro que no era lógico el comportamiento de esas dos y menos el del resto de ese grupo, Lahiffe era tranquila pero cuando quería podía ser igual de perra que sus amigas y Raincomprix, a pesar de ser hija de un Capitán, no precisamente velaba por la justicia al reírse de las bromas de sus amigas, todo era muy raro pero el cerebro de Alix no daba para sacar conclusiones aunque haya estudiado con ellas desde jardin.