Marinette, hija de los mejores panaderos de París, recibe una beca para estudiar en la escuela mas prestigiosa del país, a la cual asiste junto a una de sus amigas de su escuela anterior, solo hay una problema:
"Esta infestada de hijos adinerados" (...
El castigo mas leve que se podía aplicar en este caso era limpiar los casilleros por una semana, pero el peor y el mas probable ya que se trataba de la mismísima Bourgeois seria una expulsión no menos de 7 días, la rubia podía enviar a cualquiera a una expulsión sin mucho problema por la influencia de su padre, pero nada es seguro aún, y era todo esto lo que rondaba en la cabeza de Alix.
—Joder, ¿Que vamos hacer?— Alya se notaba preocupada, estaba asustada por lo que podía pasarle a su amiga.
En el aula la profesora escribía en el pizarron y todos copiaban pacíficamente. Algunos hablaban entre si por la curiosidad que les generaba las dos nombradas a la oficina del director. Los únicos intranquilos eran los amigos de la azabache, mientras las tres amigas de la rubia no sabían realmente el llamado del director a su mejor amiga.
— Mari no merece ser castigada, fuimos Alya y yo las que queríamos esa tonta venganza aunque sabíamos que nos meteríamos en problemas... e-ella.. no... yo.—la voz de Lila se rompía, parecía al borde del llanto, había hecho algo incorrecto y era su mejor amiga quien pagaba las consecuencias.
— Li, tranquila, esperaremos a que Marinette vuelva y asumiremos todos juntos la responsabilidad, no las dejaremos solas en esto, ¿verdad Max? —Eran pocas las veces en las que Alix era tan empatica y eso era extrañamente raro para su mejor amigo.
— Espera...¿Quieres que mi impecable reputación como el chico aplicado de la clase sea manchado con un castigo que tiene la probabilidad de ser una expulsión? —dejo de hablar por un momento para ver a las dos castañas sentada en frente de él —Esta bien, al demonio, eso fue lo mas divertido que hice desde que le di picante en vez de Kétchup a esta tonta de aquí— una pequeña risa salio de su boca. Su amiga solo hizo un puchero por el recuerdo.
— Muchas gracias —Dijo Lila con su mejor sonrisa, mostrando sus dientes y con los ojos achinados, totalmente adorable, la chica parecía un ángel.
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Su amigas, incluido Max se miraron entre si para prometerse a si mismos que cuidarían de la castidad de su amiga y del peligro de aquel ser afotunado e imbecil en este mundo que lograse enamorala aunque eso fuera lo ultimo que hagan.
( Si sera un imbécil pero no un chico jejej)
— Si, gracias a amb-. —Nunca dejaban terminar a Alya:'v
— ¿Ustedes jóvenes están prestando atención a clases? ¿Verdad? —El llamado de atención de la profesora dejo inconclusa la oración de la castaña de lentes e hizo a los cuatro amigos prestar atención a clases.
. . .
Mientras tanto en la Dirección de la escuela François Dupont
— ESTO ES RIDICULO, TOTALMENTE RIDICULO, ME NIEGO ROTUNDAMENTE A FORMAR PARTE DE ESTO — La furia de la rubia contenidad desde inicio las clases en la mañana por fin explotó.
