Él lleva algunos años en este mundo. Ella acaba de comenzar. Ninguno esperaba encontrar el amor en el trabajo. Y mucho menos... todo lo que iban a atravesar.
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Kira estaba rara. Demasiado.
Supuse que era el estrés de las grabaciones, pero quedaba claro que no era eso.
Aún no terminábamos de grabar We own the night. Supuestamente hoy lo haríamos. Y en ese momento. Estaban terminado de convertirnos en lobos, o al menos a las chicas. Yo ya estaba listo.
Estaba marcando los pasos, de la coreografía, cuando vi a Kira salir de su tráiler.
- ¡Ey! -la llamé, pero no me hizo caso- ¡Kira! -volvió a ignorarme. ¿Ven lo que les digo? No iba a dejar que se fuera así- Espérame -corrí hasta alcanzarla, porque nunca se detuvo-. ¿Qué pasa? -dije mientras me posicionaba frente a ella.
- ¿Qué? -levantó la mirada de su teléfono.
- ¿Qué que te pasa? Te estaba llamando y solo me ignoraste.
- No me pasa nada. -dijo mientras se quitaba sus airpods.
¿Sus airpods?
Ella no suele usarlos si esta con alguien.
- Tú... ¿No me escuchabas?
- No... estaba repasando la coreografía en mi mente.
- Ah... -Ok... tal vez esté un poco paranoico.
Dormir poco, no es bueno.
- ¿Qué pensaste?
- Creí que estabas molesta conmigo o algo por el estilo.
- No... ¿Por qué pensaste eso?
- Yo... no lo sé. Has estado un poco rara estos días.
- Solo estoy ocupada, como todos. Ya empezamos con lo fuerte y lo sabes.
- Sí, yo... supongo que aún no recupero las horas de sueño que perdí. Lo siento.
- No pasa nada. De hecho, ya debemos irnos a grabar.
- Tienes razón. Te alcanzo haya. Voy por mi teléfono.
- Como quieras. -le sonreí, antes de volver a mi tráiler.
Ok, sí estaba paranoico. Pero ella seguía estando rara.
Jamás era tan... fría conmigo.
Normalmente, me hubiera dicho que era un tonto por creer que estaba enojada conmigo, y se hubiera ofrecido a acompañarme.
Pero no hizo ninguna de esas cosas.
Parecía que pensaba muy bien todo lo que me decía. Y así no era conmigo.
Me gustaba pasar tiempo con ella, porque se mostraba tal y como era. Y teníamos la suerte de que nuestras personalidades eran parecidas, pero al mismo tiempo distintas. Lo que hacía más interesante convivir con ella.
