Él lleva algunos años en este mundo. Ella acaba de comenzar. Ninguno esperaba encontrar el amor en el trabajo. Y mucho menos... todo lo que iban a atravesar.
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- No, no, no. ¿Sabes qué? Me voy a borrar del mapa. No puedo con esto. -ella intentó pasar por mi lado.
Pero la detuve, abrazándola por la cintura. En cuanto se giró a verme, la solté.
- Cálmate. Esa no es la solución.
- Tal vez no... Pero si una escapatoria.
- Kira, no tienes otro plan, ni tiempo para hacer eso.
- Puedo... improvisar en el momento. No lo sé. Lo pensaré luego. Ahora tengo que buscar la forma de alejarme de ellos, sin que lo sepan.
Y en ese mismo instante, su teléfono indicó que tenía una llamada.
- Muy tarde. Contesta.
- Mejor tu. Diles que... No sé. Los shadow hunters vinieron por mí y me obligaron a dejar ese objeto mundano. Si, eso. Es perfecto.
- Eh... ¿Shadow hunters? ¿objeto mundano? ¿Qué es eso?
- Haré como que no escuché eso. -quiso pasar por mi lado otra vez, pero no la dejé.
- Contesta. Estoy contigo. No va a pasar nada. Sigamos el plan y ya.
- Bien. Pero sigo pensando que mi idea es mejor -se acercó a su teléfono y descolgó con temor. No podía ser tan malo, ¿Verdad?-. Hola... -rápidamente separó su teléfono de su oído.
- ¡¿POR QUÉ TARDAS TANTO EN CONTESTARME EL TELÉFONO?! -se escuchó claramente el gritó de su madre. Que quede claro, estaba un poco alejado de ella.
Ok, me retracto.
¿Qué dijo que tenía que decir?
- Estaba... terminando de filmar una escena. Y mi teléfono estaba en mi bolso, en los bastidores -al parecer ya se había calmado, porque volvió a poner su teléfono en su oído-. Sí... Iré lo más pronto que pueda. Aunque -me miró dudosa, yo solo asentí. Para que siguiera con el plan- llegaré con el tiempo muy apretado. -y volvió a apartar su teléfono.
- ¡NO ME IMPORTA A QUE HORA TENGAS QUE SALIR! ¡NO PUEDES LLEGAR TARDE!
- Lo siento... haré lo que pueda para llegar a tiempo.
- ¡MÁS TE VALE! ¡SI NO DESPIDETE DE TU "CARRERA"!
Luego de eso, supongo que le colgó. Porque Kira miraba su teléfono asustada.
- Kira...
- Me van a matar. Y lo digo en serio.
- Respira. No va a pasar nada -o eso espero-. ¿A dónde tienes que ir?
- Londres. Así que tengo que salir ya.
Kira y yo seguíamos en Toronto. Las chicas ya se habían ido. Estábamos en mi habitación del hotel. Ya saben que estábamos haciendo.
