Él lleva algunos años en este mundo. Ella acaba de comenzar. Ninguno esperaba encontrar el amor en el trabajo. Y mucho menos... todo lo que iban a atravesar.
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Último día en Canadá. No era tan feliz como se supone que debería ser.
Normalmente era difícil volver a casa, porque con los elencos, uno se acostumbra a estar mucho tiempo juntos. Se convierten en una familia más.
Pero esta vez estaba siendo diferente.
Todos nos había hecho muy amigos, especialmente con el Wolf pack. Y más que nada... por Kira.
- No me quiero ir. -me dijo, mientras me abrazaba con más fuerza.
Estábamos en la azotea, sentados en el piso, abrazados. Sin ganas de hacer algo. Solo queríamos estar juntos.
- Yo tampoco me quiero ir. Pero debemos hacerlo.
- ¿Por qué tardamos tanto con esto? Podríamos haber disfrutado de más tiempo juntos.
- Ya pasábamos tiempo juntos, no como pareja, pero si como amigos.
- ¿Qué haremos con esto? ¿Crees que debamos terminar? -me preguntó con la voz un poco quebrada.
La separé un poco de mí, para poder observarla.
Sus ojos estaban cristalizados, no podía dejar que eso pasara.
- No llores, que me vas a hacer llorar a mí. Y no quiero que me veas llorar -ella dejó salir una triste risa. Luego la abracé con mucha fuerza-. No te vas a librar tan fácilmente de mí. Veremos la forma en que esto funcione.
- Pero no va a ser igual. No te voy a poder ver siempre... ni tenerte conmigo con solo ir a un par de departamentos de distancia.
- Haremos que funcione, ¿ok? No importa si tengo que cruzar medio país para verte, lo voy a hacer.
- ¿Siguen lamentándose? -escuchamos la voz de Ariel llegando con nosotros.
- Ariel. -le reprochó Chandler.
- ¿Qué pasa? -les preguntó Kira, sin separarse de mí.
- Los chicos propusieron ir a dar una vuelta, una última salida todos juntos.
- ¿Vienen?
- No...
- No era una pregunta, Pearce. Van a ir. Sé que no están muy felices con regresar a sus casas, porque no podrán pasar tiempo juntos, pero deberían aprovechar estos momentos. Están desperdiciando tiempo. -intentó animarnos Chanly.
- Estoy con Kira. Aunque no estemos haciendo algo productivo, eso ya es importante para mí.
- Eso fue muy dulce -me susurró Kira en respuesta-. Pero tienen razón. Deberíamos hacer algo, por el último día aquí.
- Obedece a tú novia. Caminen.
Las chicas nos obligaron a levantarnos y a ir con ellas.
Cuando llegamos con los demás, se sorprendieron al vernos.
