¡Por la oreja de George!

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La felicidad de mamá ahora era su nieto. Sí, me han cambiado por un pequeño bebé de tres años. Sí, tres años. Pero ya me había cambiado desde que nació. Era la que más se lo quedaba. Normal, una mujer jubilada, que vive sola y no tiene mucho que hacer.

Yo siempre iba a visitarla cuando podía. Y George me acompañaba. Como un buen novio. Pero últimamente, él iba más a verla que yo. Lo sabía por Teddy. Ese pequeño me lo chivaba todo.

Y además, George se comportaba extraño últimamente. Ya ni siquiera se me insinuaba, ni reaccionaba cuando yo lo hacía. Y se perdía en sus pensamientos.

El año pasado me escondió que se estaba sacando el carnet de coche. Lo descubrí cuando volví temprano de trabajar. Pero no me molesté, si no que lo animé.

Estábamos en otra comida familiar de los domingos. Comiendo animadamente. Menos George, que me miraba algunas veces de reojo, y luego volvía la mirada a su plato.

Teddy lanzó un trozo de empanada por encima de nuestras cabezas y casi le da a Draco.

Draco también había sido incluido a la comida junto su nueva novia, desde hace dos años, Lucy. Mi mejor amiga. Cuando me enteré, casi la ahorcó, pero luego me alegré. Ese día tenía la menstruación.

- ¡Dwaco! - exclamó Te-te divertido.

- Que bicho estás hecho Teddy - dijo Draco.

- ¿Estás bien Draco? Ya sabes cómo es Ted - dijo mi madre

- Sí. Estoy bien tía - dijo Draco volviendo a la comida.

Miré a George, seguía sin decir nada. Me molesté un poco y decidí salir a tomar el aire.

- Si me disculpais, tengo que ir un momento afuera. - dije sonriendo falsamente.

- Claro. No te preocupes. Si ya has terminado - asentí y salí.

Solté un suspiro, me senté en la hierba, y cogí mis pies, haciéndome una bolita.

- No pareces muy feliz. ¿Pasa algo que le quieras contar a tu gran amiga? - preguntó Lucy sentándose a mi lado.

- No pasa nada

- ¿En serio? Me parece a mí que no.

- No me pasa nada - enarcó una ceja. - Vale, sí me pasa algo.

Puso una mano sobre mis hombros. - Cuéntale a la yaya Lucy todo.

- Eso fue una broma de hace años. Sólo porque una de las examinadoras de los ÉXTASIS, se parecían a tí.

- La culpa fue de Lee. Un gracioso. Pero ese no es el tema. Cuéntamelo.

- George últimamente se comporta raro. Y no sé qué será. Pero estoy preocupada. Siempre está en su mundo. Y no me habla casi.

- ¿Has hablado con él?

- ¡Que no me habla!

- Es verdad. Mira, como lo tienes repetido, cámbiate con Angie. Ella lo hará entrar en razón. En el trabajo de auror, Lili puede darme algunas pociones multijugos. Si no lo hace ella, entraré yo en el juego. ¿Ok?

- ¿Estás loca? ¿Y si a Fred le apetece hacer eso, y yo estoy haciendo de ella?

- Pues disfrutas.

- Confirmado, estás loca. He pensado en irme unos días con mi madre. Para darle tiempo. A lo que sea que le pase. Cuando esté preparado para hablar, que me llame.

- También es otra opción. ¿Y si al final resulta que te está poniendo los cuernos y así se lo pones más fácil?

- Pues, bueno. No saques conclusiones tan precipitadas. ¡Por la oreja de George! Lucy no ayudas.

Magic between us (George Weasley y tú)Where stories live. Discover now