ROOMMATE [BaekYeol/KaiSoo] EXO

Letter boy

*Kyungsoo pov*

Fui a recoger la carta de un desconocido en el sitio que este había especificado, yo le pregunté quién era, a sabiendas de que no me respondería tan fácilmente, de lo contrario no se hubiera molestado en iniciar este juego absurdo, quien quiera que sea, era demasiado cursi y había visto demasiadas películas, pero de alguna forma me parecía divertido y no me quedaba otra opción más que participar en el juego luego de la constante insistencia de Baekhyun y Jongdae.

Fui a los casilleros del equipo de básquetbol, por suerte Jongdae era bueno distrayendo a Tao y a Luhan, se suponía que Baekhyun me iba a acompañar pero ni siquiera entró a clases, lo llamé varias veces pero parecía tener el teléfono apagado así que simplemente fui solo, con cuidado de que nadie me viera y buscando con la mirada alguna persona que fuera sospechosa, era probable que me encontrara al chico de las cartas, pero no sucedió, solo tomé la carta y la metí en mi mochila saliendo del lugar inmediatamente.

Me senté en el césped de la amplia zona verde de la universidad, recostado contra un árbol y saqué un cuaderno, lo abrí en cualquier página simulando que estudiaría y abrí la carta tapándola con el cuaderno.

"No puedo decirte quien soy, prefiero que lo descubras por ti mismo, solo debes saber que soy la última persona que pensarías que escribe estas cartas.

Cambiaré de tema ahora que he respondido a tu pregunta, ayer escuché que los de música tendrán un examen pronto, solo quería desearte suerte, aunque no la necesitas, debo decir que tu voz es única y apuesto a que cautivará a todo el mundo.

Quiero preguntarte muchas cosas, pero sé que no le darás respuestas a un desconocido, solo quiero decirte que eres una persona que admiro mucho, espero que podamos seguir hablando por este medio ¿estás de acuerdo? Esperaré alguna respuesta este lunes, a la misma hora. Sé que también estas curioso por saber quién soy así que puedes preguntar lo que quieras e ir descifrándolo por ti mismo.

Ah, la tienda de frutas en el centro tenía una promoción especial de fresas, así que compré algunas para ti. A las siete de la noche llegará una caja a tu apartamento, espero que las disfrutes.

K."

Eso decía la carta, me encontré a mí mismo sonriendo cuando terminé de leerla y la guardé de nuevo en mi mochila, quien quiera que haya sido... tenía que agradecerle, las frutas son muy caras y hace tiempo quería comerlas. Esa persona era algo ingeniosa con eso de hacerme averiguar quién era, era divertido, también debía agradecerle por eso.

Luego  me puse a pensar en ello detenidamente.

Me gustan mucho las fresas y más si tienen crema de leche, aunque no me gustan las cosas dulces  las fresas con crema son la excepción, hay un número reducido de personas que saben eso de mí, solo mi familia, Baekhyun y... Jongin; hubo ocasiones en las que mientras hablaba de ello con Baekhyun habían personas alrededor, pero no parecían estar prestando atención a nuestra conversación y no era gente que conociéramos.

Tenía esa ligera sospecha de que... él fuera quien enviaba las cartas, pero conocía su letra y esa definitivamente no era la letra desordenada y floja por la que siempre lo había regañado, además la persona de las cartas no había dicho algo como "sé que te gustan las fresas" solo que me había comprado algunas, podía no saber que me gustaban y simplemente enviarlas porque creyó que me gustarían.

Era imposible que hubiera sido él.

"soy la última persona que pensarías que escribe estas cartas."

MIERDA. No me jodan, ¡No puede ser él!

Cerré los ojos respirando profundamente, solo pensar en que él había sido me produjo una ansiedad terrible, podía oír mis latidos acelerados. No siento nada por él, no después de lo que hizo, eso quería creer pero era todo contrario, todavía podía ver una imagen clara de su sonrisa y mi cuerpo reaccionaba a esa imagen en mi mente, me cosquilleaba el estómago y tuve que apretarlo con fuerza, quería aplastar esas molestas mariposas, pero no me servía de nada ¿Por qué seguía sintiéndome así? Me había engañado, no tenía por qué seguir queriéndolo, mi orgullo no me dejaba hacerlo.